Este domingo, las redes sociales estallaron en una polémica tras lanzarse un sitio web creado por periodistas que buscaron exponer a un grupo de personas supuestamente ligadas al nuevo conservadurismo en Argentina. El portal funcionó algunas horas pero luego se cayó. Algunos argumentan hackeo, otros aseguran que fue debido al gran tráfico de visitantes que generó. Lo cierto es que este lunes no se podía acceder.
El nombre de la influencer sanlorencina Eugenia Rolón apareció en la nómina de los integrantes del nuevo conservadurismo en Argentina. La respuesta de la joven de 19 años no se hizo esperar en Twitter. “Si los de derecha hacíamos una investigación financiada por una organización internacional para subir una lista con información privada de usuarios de Twitter que piensen distinto, terminábamos todos presos. Pero como ellos son de izquierda tienen impunidad para ser fascistas”, publicó Eugenia.
Bajo el nombre “Reacción conservadora”, este portal (reaccionconservadora.net) ofrecía la búsqueda de personas a partir de distintos filtros. Ya sea por actividad (redes sociales, partidos políticos, iglesias, medios, poderes del Estado, think tanks, organizaciones de la sociedad civil, entre otros), territorio, o individualmente o por nombre. Al cliquear en cada foto, aparece la biografía correspondiente y su red de vínculos.
En el portal se podía leer: “El objetivo de esta investigación es identificar a sus principales integrantes y a su red de vínculos; contar cómo actúan en la Argentina y su relación España, y aportar una mirada histórica sobre este ‘nuevo’ conservadurismo”.
También se planteaba: “Con las herramientas del periodismo de investigación y las que aportan las nuevas narrativas digitales, buscamos que nuestras publicaciones produzcan incidencia política, interactúen con las audiencias y generen impactos y transformaciones reales”.
Los periodistas Ingrid Beck, Flor Alcaraz, Paula Hernández, Paula Rodríguez, Juan Elman y Soledad Vallejos integran el equipo. El proyecto tuvo el financiamiento de IPPFRHO, una organización internacional feminista.
Hubo quienes celebraron la publicación y otros que aseguraron que se trataba de “listas negras”. Luego de la fuerte controversia, los periodistas decidieron bloquear sus perfiles. Ingrid Beck, incluso, denunció amenazas.
