En la sede de Gobierno de Rosario, el Gobierno de Santa Fe dio el primer paso formal para avanzar en el diseño del Circuito de Ingresos a Puertos (CIP), una iniciativa largamente reclamada por las ciudades del cordón industrial para ordenar el ingreso de camiones, mejorar la infraestructura vial y reducir el impacto urbano de la logística agroexportadora.
Del encuentro participaron los ministros Lisandro Enrico (Obras Públicas) y Gustavo Puccini, junto al secretario de Vinculación Institucional Julián Galdeano, y los intendentes Leonardo Raimundo (San Lorenzo), Carlos De Grandis (Puerto General San Martín), Antonio Fiorenza (Timbúes), Daniel Tonelli (Arroyo Seco), Carlos Pighin (Alvear), Alberto Ricci (Villa Gobernador Gálvez) y Esteban Ferri (General Lagos).
Provincia: planificación de largo plazo y sistema integrado
Desde el Ejecutivo provincial, el mensaje fue claro: el CIP no debe limitarse a parches coyunturales. Enrico sostuvo que la zona portuaria “tiene muchos defectos estructurales: rutas rotas, falta de mantenimiento, tránsito pesado atravesando zonas urbanas”, y remarcó la necesidad de planificar un sistema sostenible para las próximas décadas, en un contexto donde la Nación hoy no impulsa obras pese a que por allí circula gran parte de la producción nacional.

Puccini, en tanto, calificó la reunión como “muy auspiciosa” y destacó que se respetaron las incumbencias municipales y provinciales. Confirmó que para los primeros meses de 2026 estarán listos los relevamientos técnicos, que servirán de base para definir un rumbo común y someterlo a evaluación de todos los actores involucrados: municipios, transportistas, puertos y sector privado.
Galdeano aportó una definición política clave: avanzar hacia un sistema unificado, con una estructura de administración común, pero incorporando los planteos y límites expresados por los intendentes.
La mirada de los intendentes: diálogo sí, autonomías también
Desde las ciudades portuarias, el tono fue coincidente: valoración del diálogo, pero con condiciones claras. Raimundo definió el encuentro como “positivo, de buen nivel de intercambio”, y subrayó que se trata de una primera conclusión basada en el respeto irrestricto de las autonomías municipales, con una visión estratégica compartida.

En la misma línea, De Grandis sostuvo que fue un primer encuentro de diálogo necesario, pero advirtió que cualquier avance deberá encuadrarse estrictamente en la Constitución. El intendente de Puerto General San Martín dejó en claro que los municipios no están dispuestos a resignar facultades propias bajo esquemas centralizados que desconozcan la realidad territorial.
Un punto de partida, no de llegada
El encuentro no cerró definiciones operativas, pero sí dejó una señal política relevante: Provincia e intendentes se sentaron a la misma mesa, reconocieron los problemas estructurales del sistema actual y acordaron seguir trabajando en conjunto.
El desafío ahora será traducir ese clima de diálogo en un diseño concreto que ordene el ingreso a los puertos sin trasladar los costos —económicos, urbanos y ambientales— a las ciudades. El CIP empieza a tomar forma, pero el equilibrio entre integración logística y autonomía municipal será el eje central del debate que se viene.







