El dato fue confirmado este lunes por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan casi la mitad de las exportaciones totales del país. En la comparación interanual, el aumento de junio fue del 87% respecto al mismo mes de 2024, y 21% superior a mayo de este año.
¿Qué explica este salto?
El ingreso récord responde principalmente a la finalización de la reducción de derechos de exportación bajo el Decreto 38/25, que venció el 30 de junio y solo fue prorrogado para trigo y cebada. La decisión aceleró la liquidación de granos y subproductos antes de la restitución plena de retenciones.
Puertos de la región, clave en el ingreso de dólares
El complejo oleaginoso-cerealero argentino, con epicentro en los puertos del Cordón Industrial San Lorenzo – Timbúes, sigue siendo el motor exportador nacional:
- Harina de soja (principal producto de exportación)
- Aceite de soja
- Maíz
Estos productos constituyen el 45% de las exportaciones totales del país, según datos del INDEC de 2024, y la mayoría se embarcan desde la región Up River.
Economía real: liquidez para productores y divisas para el Estado
El mecanismo de liquidación de divisas –explicaron CIARA y CEC– es fundamental para comprar granos al mejor precio posible a los productores. En general, las divisas se liquidan con anticipación a la exportación: 30 días promedio para granos y hasta 90 días para aceites y harinas proteicas.
Desde las cámaras advirtieron que la comparación de cifras entre períodos no siempre refleja la realidad operativa, debido a factores como:
- Ciclo comercial de los granos
- Volatilidad internacional de precios
- Clima y calidad de cosechas
- Modificaciones regulatorias y barreras externas
- Conflictos gremiales y feriados en los puertos
Estancamiento estructural pese a los precios
Si bien los ingresos crecieron en dólares, Argentina continúa estancada en su producción y volumen exportador, dependiendo casi exclusivamente de las fluctuaciones internacionales para modificar su balanza.
“Sin políticas de desarrollo e inversión que acompañen la infraestructura y la capacidad productiva, el crecimiento seguirá atado a los vaivenes globales”, señalan referentes del sector.
Fuente: CIARA – CEC | Redacción SL24 Agro