Las exportaciones del sector agropecuario crecieron el 3,4 por ciento en los primeros once meses de 2016, respecto del mismo período del año anterior, generando, en ese lapso, 35.243 millones de dólares de divisas.
Según informó el Ministerio de Agroindustria de la Nación, las medidas aplicadas por el gobierno nacional, desde diciembre de 2015 a la fecha, permitieron el incremento -en algunos casos con cifras récords- de la cosecha de granos, la producción de bioetanol y biodiesel, la venta de maquinaria agropecuaria y de fertilizantes, la apertura de nuevos mercados externos y el aumento de las exportaciones.
Sobre la base de datos aportados por el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), la cartera conducida por Ricardo Buryaile detalló que las exportaciones agroindustriales representaron, aproximadamente, “el 65 por ciento del total de la venta de productos nacionales al exterior, en 2016?.
Entre las medidas de aliento al sector rural figuran la eliminación de las trabas a la exportación, la unificación del tipo de cambio, la quita de las retenciones y la supresión de los controles a las exportaciones, según destacó.
“El Gobierno logró abrir 22 nuevos mercados internacionales para más de 40 productos argentinos y reanudar el intercambio con otros ocho países que estaba congelado”, aportó el funcionario.
Entre ellos, se destacan la venta de carne bovina a Canadá y a Filipinas, de vacunas antiaftosa a China, de forraje de cebada a Emiratos Árabes Unidos, de tabaco a Rumania y de garbanzos a Gran Bretaña.
Los incrementos en el volumen de las exportaciones se explican en el aumento a 6,3 millones de las hectáreas sembradas de trigo y a 7.250.000 las de maíz, lo cual representa una diferencia del 44 y 5 por ciento, respectivamente, en relación con la campaña anterior.
“Ese crecimiento llevó a que la Argentina lograra la cosecha más grande de su historia, con 18,3 millones de toneladas de trigo, un 62 por ciento más que en el período previo”, ponderó la cartera agroindustrial.
Por otra parte, la quita de retenciones al trigo y al maíz tuvo, además, un impacto positivo para fomentar la rotación de cultivos y ampliar las áreas de implantación de cereales, lo que generó el incremento de insumos para mejorar la calidad de los cultivos. Es así que el consumo de fertilizantes alcanzó 3,6 millones de toneladas, o sea un incremento del 46 por ciento respecto de 2015.
También es destacable la producción de biodiesel, que tuvo un récord histórico al pasar de 1,8 millón a 2,7 millones de toneladas.Y su exportación, principal motor del crecimiento de ese subsector, pasó de 800 mil a 1,7 millón de toneladas, es decir, un crecimiento de un 110 por ciento y un ingreso de divisas al país por 1300 millones de dólares.
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