La Casa Educativa Terapéutica de Granadero Baigorria cumplió un año con balance “positivo”

Así lo admitieron Alejandro Ramos y Adrián Maglia, secretario de Transporte de la Nación e intendente de la ciudad, respectivamente. Es la única institución de la zona dedicada a la atención a adictos


“La extensión del Sedronar, una institución modelo única en la provincia, es una fuerte apuesta de la ciudad en contención de jóvenes, con el desafío de reinsertarlos en la sociedad”, resumió Alejandro Ramos, secretario de Transporte e la Nación y hacedor de este proyecto convertido, desde hace un año, en realidad. La Casa Educativa Terapéutica (CET) funciona para el tratamiento de las adicciones y contención de los jóvenes, y por estos días, cumplió su primer año de existencia.

“La CET es un recurso que ni siquiera existe en todo Santa Fe; fue la primera Casa que se inauguró en el país y su construcción se hizo a través el Ministerio de Planificación Federal y de su titular Julio De Vido”, comentó la diputada provincial Erika Gonnet. “La gestión Ramos planteó el proyecto y puso a disposición el terreno para emplazarla”, añadió.

Ramos hizo un balance positivo del funcionamiento de la institución. Valoró que “está claro que con una sola casa no alcanza; me duele que en la provincia de Santa Fe no haya una política profunda contra las adicciones, y que no existan inversiones en esa materia porque la adicción a las drogas es un problema de todos”.

Hoy, la CET posee consultorios, un núcleo de acceso al conocimiento con 17 computadoras, estudio de radio; talleres de reciclado, arte y pintura y talleres educativos. También tiene un SUM donde se desarrollan actividades de juegos y funciona el cine.

El complejo tiene también un gran espacio al aire libre que permite actividades a cielo abierto en deportes, recreación, granja y huerta y que permitirá en un futuro, concretar una posible ampliación edilicia.

Actualmente se contiene a unos 25 jóvenes, que sostienen sus tratamientos trabajando con un equipo técnico profesional y de contención. Su objetivo es que los internos terminen sus estudios en la escuela y luego consigan empleo.

”La idea no es que se desintoxiquen y la vengan a pasar bien, sino que la expectativa está puesta en mejorar sus vidas, pero es un trabajo integral. Esta casa cumple un rol fundamental que requiere de una política fuerte del Estado”, concluyó Alejandro Ramos.

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