Carlos Tomada, invitado especial

La CGT San Lorenzo ratificó a su conducción por un nuevo período

El municipal Jesús Monzón retendrá la secretaría general. Su mandato atravesó todo el macrismo y jamás logró unificar al movimiento obrero de la región ni incrementar su composición


La CGT San Lorenzo realizará hoy un acto para oficializar la reelección de Jesús Monzón al frente de su conducción.

El secretario general del Sindicato Obreros y Empleados Municipales (SOEM) de Capitán Bermúdez estará, por otros cuatro años, al frente del confederal regional.

Así lo resolvieron sus pares y así quedará expuesto públicamente en el mencionado mitín que se realizará desde las 6 de la tarde en uno de los numerosos salones para fiestas que posee el Sindicato Aceitero, en este caso el edificado sobre calle Citadini, en San Lorenzo, casi en el límite con Fray Luis Beltrán.

De esta manera, Monzón iniciará el segundo período de la actual conducción luego de «arrebatársela» a un histórico como Edgardo Quiroga.

Durante su mandato, que convivió con toda la era macrista, el confederal jamás logró crecer en composición de gremios ni unificar al movimiento obrero organizado en el Cordón Industrial.

Además de varios sindicatos municipales de la zona, la CGT estuvo y está respaldada por aceiteros, químicos, papeleros, ceramistas y SOEPU, todos sindicatos de base, más la inclusión de delegaciones como Sadop y alguna otra asociación de estatales.

Petroleros, Uocra, Metalmecánicos, Portuarios (antes de la desgracia en la que cayó Herme Juárez), Marítimos, Vigiladores y Patrones Fluviales, además de otras facciones de municipales, entre otros, son algunas de las organizaciones obreras que jamás se involucraron durante estos últimos cuatro años. Ni siquiera el «espanto» que podía generarle el macrismo movilizó a la dirigencia a esforzarse para lograr la composición de una CGT San Lorenzo fuerte y unificada que reflejara aquellas viejas páginas de su rica historia, como las escritas durante la década del 60, en la última dictadura militar o en los fatídicos años 90 del menemismo neoliberal.

Sin embargo, sus principales referentes opinan todo lo contrario, a pesar que los hechos son irrebatibles,

«Apinta (gremio compuesto por trabajadores del INTA), Correos, Ferroviarios y Camioneros», son señalaron como nuevos sindicatos que se suman a esta CGT, a modo casi desesperado por mostrar un crecimiento que en verdad no lo es, pues Correos y Ferroviarios no tienen delegaciones en la zona y su número de afiliados es minúsculo, a la vez que el Sindicato de Camioneros de Santa Fe negó a SL24 que participase de este confederal.

Está claro que no es cuestión cuantitativa, sino cualitativa. No importa si son pocos o muchos los gremios aglutinados detrás de una organización central, sino su rol en una sociedad como la del Cordón Industrial que, tal como su mismo nombre lo expone, se caracteriza por su cultura obrera.

En esta actual coyuntura, ni siquiera fueron capaces por establecer una participación activa en la conformaciones de listas de candidatos locales, provinciales y/o nacionales, y ello se debe a su falta de presencia, poder y capacidad dirigencial.

En sus últimos tiempos la CGT San Lorenzo pareció ser blanco de un botín.

Tras los duros años que enfrentó Edgardo Quiroga, casi un paria en su propio gremio de base (Sitram San Lorenzxo), perseguido hasta el hartazgo por el intendente de entonces y enfrentando un proceso de expulsión masiva e inhumana del aparato productivo regional, con miles de despedidos, surgió un período de recomposición social y laboral en el Cordón Industrial.

Las agroexportadoras comenzaron a formar parte de este nuevo paisaje industrial y los aceiteros se transformaron en un gremio muy importante de la mano de la cantidad de afiliados que comenzaron a fichar.

Así fue que, cansado de años de luchas casi interminables, Quiroga da un paso al costado y un incipiente Pablo Reguera se queda con el liderazgo obrero.

Pero no duró mucho, sino hasta que el tandem Quiroga/Juárez decidieron, en pleno kirchnerismo, recuperar ese espacio perdido. Y tanto hicieron que lo lograron con el desembarco de Omar Viviani y otros «pesados» del sindicalismo nacional para «arrebatarle» la conducción.

Los sindicatos que hasta ese entonces integraban el confederal dieron un paso al costado y varios de los que estaban afuera, pasaron a ser parte de la organización.

La historia se repitió durante los últimos años del mandato de Cristina Fernández, Reguera, Monzón y compañía volvieron a la carga y le «birlaron» el confederal. Desde entonces, están al frente. Y desde entonces, los gremios que estaban afuera, pasaron a ser miembros activos, y los que estaban, se fueron.

Es de esperar que esto no vuelva a repetirse y que el nuevo mandato del municipal bermudence tenga en su mira una construcción acorde a las necesidades por las que atraviesa el movimiento obrero organizado de la región y la sociedad toda del Cordón Industrial.

¿Están capacitados estos sindicalistas para tamaña empresa? El tiempo y los hechos lo demostrarán.

Vale indicar que para el acto de este jueves se aguarda la presencia de Carlos Tomada, ex titular del Ministerio de Trabajo de la Nación durante la gobernación del kirchnerismo.

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