La chicharrita, un diminuto insecto que mide entre 3 y 4 milímetros de longitud, transmisor del spiroplasma, ha generado graves problemas a la producción maicera en gran parte del país, especialmente en la región centro, con una pérdida estimada en un 20 por ciento de la cosecha, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, para llegar a una producción de 47.5 millones de toneladas.
Pero teniendo en cuenta que la campaña 2023/24 fue récord para la siembra de maíz con más de 9 millones de hectáreas, la cifra final debió acceder a las 60 millones de toneladas en una situación normal. Ya que “pese a la ola de calor de las últimas dos semanas de enero y la primera de febrero pasado, las condiciones hídricas fueron muy buenas antes y después de dicho período en gran parte de la región pampanea”, indica el texto.
El rinde estimado en Santa Fe bajó de 89 a 79,8 quintales por hectárea en el último mes como producto del agente causal del achaparramiento del maíz. Y se calcula una cosecha de 6.83 millones de toneladas en la provincia. Mientras que el mayor impacto lo sufrirá Córdoba, con más del doble de hectáreas sembradas, al caer de 75,8 a 64,4 quintales por hectáreas.
Finalmente, efectuando un promedio nacional y teniendo en cuenta que se lleva cosechado un 25 por ciento del total proyectado, con un retraso cercano al 7 por ciento en relación a 2023, el rinde nacional proyectado descendió de 70.3 a 65 quintales por hectárea, demostrando el daño que le generó al campo y especialmente a la economía del país en un contexto por demás de complicado.