Editorial

La falta de territorialidad, una trampa mortal para la política nacional

La falta de territorialidad, una trampa mortal para la política nacional

Milei y el Caballo Suarez
Por Nicolás Carugatti
Por Nicolás Carugatti

La política en Argentina concentra toda su agenda de debates en la Capital Federal, es por eso que las fuerzas emergentes sin capilaridad territorial, exceptuando al Radicalismo y el Peronismo, incorporan en sus listas o en sus armados a personajes sin trayectoria y sin probada capacidad para el puesto.

La falta de territorialidad, sumada a la soberbia de algunos dirigentes, explica con bastante certeza las debilidades que mostró la alianza de Juntos por el Cambio (hoy Cambiemos) cuando estuvo a cargo del Ejecutivo entre 2015 y 2019. Algo similar le está sucediendo a Alberto Fernández. Si cualquier dirigente empresarial, social y/o político intenta identificar quien en Rosario tiene llegada y capacidad de gestión en el gobierno central sólo encontrará respuestas esquivas y ninguna certezas.

Una isla en el territorio nacional es la provincia de Córdoba, donde la territorialidad tiene hasta la tonada, nadie sin recorrido podría o podrá ocupar espacios de poder independientemente de la tracción de votos que la figura nacional tenga. Lo contrario pasa en Rosario y en Santa Fe, donde la mayoría, por no decir todos los candidatos que emergen o emergieron, no tienen recorrido en el mundo productivo. A esto hay que sumarle a que el poder de lobby de las cámaras y las Bolsas no ayuda a la instalación de temas centrales necesarios para la provincia y solo se hace eco de la agenda nacional.

Esta desconexión brutal que la territorialidad tiene con el poder central se explica con brutalidad en el caso Milei – Mayoraz, este último es un diputado provincial, quien logró ingresar a la Cámara colgado de la lista de Amalia Granata y rompió el bloque a los pocos meses. Jugada de manual de la casta.

Mayoraz en la actualidad se presenta y ensaya un discurso similar al que el Libertario tiene en sus redes sociales y en los canales de noticias, donde frecuenta con habitualidad, pero aquí está el punto y la trampa mortal: Mayoraz no puede sostener con hechos lo que vocifera públicamente. Hoy, este diputado es el engranaje central para la llegada de un empresario relacionado con el sindicalista “Caballo” Suárez a los puertos de Timbúes y Puerto San Martín. Suárez, recordemos, que fue detenido por impedir la navegación en la hidrovía, lavar dinero y extorsionar empresarios.

El armado territorial para la elección de año próximo le traerá más de un dolor de cabeza a Javier Milei. Esto que le sucede en Santa Fe con Nicolás Mayoraz, le va a pasar en otros lugares, por que sin estructura territorial no hay filtros posibles para elegir quiénes bajan las marcas partidarias a los territorios.

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