El crimen organizado identifica regiones para desplegar su poder de fuego. Rosario se convirtió en una ciudad narco y de sicarios, luego de que un feroz y público enfrentamiento entre el gobierno nacional liderado por Cristina Fernández de Kirchner y quien sería el candidato a presidente de la oposición en la elección de 2011, el ya fallecido ex gobernador Hermes Binner, este enfrentamiento dejó a la ciudad liberada para una guerra narco que lleva miles de muertos y que nunca se logró detener.
Por estos días una feroz interna se desató entre el senador del departamento, Armando Traferri y el gobernador Omar Perotti. El senador es acusado por fiscales y señalado por el Ministro de Seguridad, Marcelo Sain como el organizador de una red de juego clandestino, Traferri logró con el voto de senadores no ser desaforado para que los fiscales puedan imputarlo en la causa que tiene entre otros detenidos a dos fiscales provinciales.
Traferri contragolpea la embestida de la justicia criticando – con razón – la política de seguridad desplegada por el gobernador a lo largo y ancho del territorio provincial, que es un rotundo fracaso.
La región está acostumbrada a sufrir procesos de violencia inusitados como mecánica para dirimir instancias electorales, quema de autos a dirigentes políticos, aumento de los robos a taxistas quienes tienen capacidad de movilización para obtener una visibiliación, amenazas anónimas y delitos de alto impacto. La escalada de inseguridad que sufre la ciudad en particular y la región en general, coincide con el virulento enfrentamiento que tienen el senador y el gobernador. En las últimas horas una entradera en pleno centro de la ciudad, desafiando un operativo de Gendarmería que se desplegaba a pocos metros sumado a un número importantes de hechos de violencia en diferentes barrios de la ciudad generan mucha preocupación e incertidumbre,
Las fuerzas policiales y los fiscales locales tienen la responsabilidad de investigar urgente cada uno de los hechos y poder aportar certezas para que la ciudad y la región no se conviertan en otra Rosario, estamos a tiempo.
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