El gremio se muestra “cauto”

La industria del complejo sojero está perdiendo por paliza

La observación se relaciona al crecimiento astronómico que tuvo la exportación de porotos. El complejo fabril local se nutre de un valor agregado que, en comparación, es mucho menor


El vertiginoso crecimiento que tuvo la exportación de porotos de soja durante la actual cosecha gruesa, que trepó a 241 por ciento respecto a igual período del año pasado, va en detrimento del complejo sojero local, que en iguales términos, apenas si tuvo un 22 por ciento más de industrialización, o sea, la décima parte.

Las variaciones hace que el sector empresario enfrente un año complejo. Si bien el volumen industrializado vendido al exterior creció no parece ser lo suficiente, pues los precios internacionales de estos productos descendieron y el aumento inflacionario interno en los costos parece no tener freno.

Si semejante saldo exportador fuese compartido entre porotos y soja industrializada, otro sería el cantar.

El cuadro de situación no es trágico, pero todos son cautelosos, inclusive el Sindicato de Obreros y Empelados Aceiteros (SOEA) del departamento San Lorenzo, que se caracterizó casi siempre por tener una posición confortativa y amenazante, al menos, en su exposición pública.

Hasta la conducción del Sindicato Aceitero reconoció que la situación actual en el sector no es la mejor.

Desde hace varios días, se secretario general Pablo Reguera advierte por los medios de comunicación de la región ¡que la cosa está jodida”, aunque tampoco es pesimista ni tremendista, sino cauto.

Dato del Indec indican que los envíos de harina de soja generaron, entre enero y mayo de este año, unos u$s 3.516 millones contra u$s 3.962 millones en 2018. En igual lapso también cayeron 27% en valores las exportaciones de biodiesel, registrando ingresos por 320 millones versus u$s 437 millones del año pasado.

En aceite de soja, en tanto, la tendencia se revierte, exportándose 14% más que en 2018 y también recaudando algo más de dinero: u$s 1.350 millones contra u$s 1.185 millones, respectivamente.

En la actual cosecha gruesa, la producción local creció diez veces menos que la exportación del grano de soja.

Los especialistas advierten que difícilmente pueda darse vuelta la ecuación con mayores exportaciones con valor agregado mientras siga rigiendo el esquema de retenciones que fija un 18% extra, más una tasa de 4 pesos por cada dólar FOB.

En el caso de biodiesel los derechos de exportación se ubican en un nivel fijo del 15%, a los que se le suma también la tasa de 4 pesos por dólar exportado (se abona un aproximado de 24%).

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