La inflación, el problema que niega el Gobierno

Una inflación del 20 o 25% anual no sorprende a los argentinos, que llegaron a habituarse a vivir con subas de precios bastante más violentas


Una inflación del 20 o 25% anual -difícil saberlo sin estadísticas oficiales confiables- no sorprende a los argentinos, que llegaron a habituarse a vivir con subas de precios bastante más violentas. Sin embargo, es lo suficientemente alta como para que los ahorristas no confíen en el peso como reserva de valor a mediano y largo plazo y elijan naturalmente al dólar como alternativa.

Para el economista Luis Secco, de hecho, las tensiones en el mercado cambiario continuarán, con altas y bajas en su intensidad si la política económica no aborda el flagelo de la inflación. «No es posible mantener un modelo inflacionario a menos que todas las variables nominales se incrementen a un ritmo similar (precios, salarios, gasto público, moneda, tarifas y tipo de cambio) y aun así eso es posible sólo por un tiempo. Un tiempo que se puede extender si el contexto internacional genera condiciones favorables para sostener una moneda mas apreciada (dólar depreciado o débil, real fuerte, precios internacionales record), pero que no es infinito», dice Secco.

Desde el Gobierno no se han dado por ahora demasiadas señales de querer abordar en serio el problema de la inflación. El Indec, que serviría de referencia para los formadores de precios, sigue sin dar estadísticas confiables; la política fiscal, que en algún momento parecía empezar a ordenarse con los recortes de subsidios, se mantuvo igualmente expansiva, y la política monetaria se puso al servicio del Tesoro, proveyéndolo de pesos siempre que fue necesario. Ahora también los controles cambiarios y a las importaciones podrían contribuir a presionar aún más sobre los precios.

Con lo cual, pese a que la Argentina todavía está lejos de vivir una situación cambiaria como la de Venezuela, nada dice que no vaya en el mismo camino.

«En la Argentina, el tipo de cambio oficial no está fijo; en Venezuela, hace 18 meses que no hay una devaluación del tipo de cambio oficial», dice Bret Rosen, estratega para América latina del Standard Chartered Bank. «El bolívar venezolano está entre 50 y 100% sobrevalorizado; el peso argentino tal vez tenga un retraso del 10 o 15%, no está tan fuerte. Pero como en la Argentina tienen inflación del orden de 25%hace varios años y sigue igual rumbo, la sobrevaluación del peso argentino puede seguir empeorando si no hay ajuste en el tipo de cambio nominal», alerta el analista desde Nueva York.

Según el economista y consultor Guillermo Dumrauf, desde la salida de la convertibilidad hasta ahora, los precios se multiplicaron por 5,6 veces; el tipo de cambio, en 4,5; el dólar paralelo, en 5,5, y los salarios, en cerca de 5,7 veces.

Fuente: La nación

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