Luego de largas negociaciones entre empresas agroexportadoras y el SUPA para la incorporación de empresas de estiba generó idas y vueltas hasta que la semana pasada aceptaron a la empresa del empresario Jose Esteban Ondarcuhú procesado junto al sindicalista “Caballo” Suarez por lavado de dinero.
La elección de la empresa no supera los filtros de compliance que la mayoría de las empresas multinacionales tienen para la elección de sus proveedores y sobre todo proveedores que tienen contacto final con los productos. que se exportan a cientos de países en todo el mundo.
Hace algunas décadas la construcción de un monstruo como Herme Juárez contó con el beneplácito de muchas de las empresas que hoy vuelven a sucumbir ante la imposición del gremio del SUPA para que se deje trabajar a una empresa elegida a dedo por los gremialistas. Ondercuhú no es un empresario más, es un jugar muy fuerte que la semana pasada remplazó de forma extraña a los directivos de TPR en el directorio del ENAPRO en medio de un conflicto entre TPR y SUPA.
Como ya comentamos en otros artículos hay un plan para apoderarse de la Cooperativa de Trabajos Portuarios y refundar un monopolio del negocio de la estiba en todo el cordón industrial. Hace 4 décadas atrás las oficinas de compliance no intervenían en las decisiones operativas de los mandos medios de empresas como Bunge, Viterra, Dreyfus o Cofco hoy esa situación cambió por completo, esperemos que este filtro ayude a no construir un nuevo monstruo como Juárez.