Metz fue presidente del Puerto de La Plata, subsecretario de Puertos y Vías Navegables durante el gobierno de Mauricio Macri y ocupó cargos clave en la marina mercante desde los años 70. Hoy, entrevistado por confluenciaportuaria.com.ar, denuncia el final de una era con la firma del decreto 340/25: “Están firmando la segunda acta de sepultura de nuestra flota”.
De la “época dorada” al colapso
Metz recuerda los años 70 y 80 como una transición, no sin crítica: “Nos tocó competir en fletes abiertos mientras el mundo tenía lógicas proteccionistas. Los buques nacionales tenían 100 tripulantes, los astilleros producían a costos altísimos y se vivía a bordo como en un crucero. Eso no era eficiencia: era turismo financiado con trabajo”.
Según Metz, el verdadero punto de quiebre fue la voracidad de las corporaciones gremiales y empresariales: “Nos comimos el capital. Todos voraces, populistas, farsantes. Los gremios crecieron económicamente mientras los trabajadores cambiaban derechos por un sándwich de milanesa”.
“Sin diagnóstico no hay solución”
El exsubsecretario señala el decreto 1772/92 como la primera acta de defunción. Y considera que el nuevo decreto 340/25 sella la historia: “Ahora todos hablan de soberanía, pero nos traicionaron. Incluso intentaron refundar la marina mercante con el acto de la ‘ballena viva’ mientras Vaca Muerta pedía logística seria”.
Metz también apunta al Ministerio de Trabajo, al que califica como “el gran estafador” y recuerda que quienes hoy se rasgan las vestiduras fueron parte del desmantelamiento.
Contra la tercerización y la ilusión globalista
Consultado sobre si tiene sentido defender una flota nacional, Metz responde con ironía: “No lo sé, si antes no reconocemos los errores. Si no, el resto es sarasa”. Y lanza una crítica feroz al modelo de tercerización logística: “La logística no se terceriza. No hay soberanía posible si tus cargas dependen siempre de otros”.
En cuanto a modelos internacionales, ironiza: “Estamos hablando de microeconomía, que no figura en el radar del gobierno actual. Y mientras tanto algunos quieren una marina mercante aliada a la OTAN, cuando ni siquiera pudimos reemplazar al Bahía Paraíso. Que arranquen sin nosotros, todavía estamos buscando la brújula”.
El mensaje final
Sobre la posibilidad de reconstruir una flota sin subsidios eternos, Metz asegura: “Otros países lo están haciendo. ¿Por qué nosotros no?”. Y concluye con una frase que debería resonar en las escuelas navales y en los despachos políticos: “Hay un déficit mundial de marinos. Nuestras escuelas siguen siendo de primer nivel. Solo falta decisión. Si la tenemos, podemos instruir a los marinos del mundo”.
Mientras tanto, el mar argentino sigue esperando. Y con él, una logística estratégica que se diluye entre decretos, omisiones y discursos vacíos.
Fuente: entrevista de confluenciaportuaria.com.ar a Jorge Metz.
