La mujer, del narco detenido, Brenda Pared fue acusada por los fiscales del MPA de haber instigado los crímenes de marzo en Rosario cumplía prisión domiciliaria en Funes, en una casa que alquilaba sin haber demostrado ingresos económicos para pagar la estadía. De esta manera, fue planteado el año pasado en varias instancias judiciales por el fiscal federal Federico Reynares Solari, que solicitó que le sea revocado el beneficio. El pedido fue rechazado primero por el Tribunal Oral Federal 3, a cargo del juez Gambacorta, en agosto de 2023 y luego por la Cámara de Casación, que en diciembre último firmó una resolución con la firma de sus tres integrantes, que le extendieron el permiso a la mujer del narco “Chuky Monedita” para que siga viviendo con sus cuatro hijos en una vistosa casa de Las Garzas 2553, a la altura de la Garita 9.
Durante la audiencia, Carbone, Spelta y Saldutti -a cargo de la investigación de los crímenes de marzo- nombraron a Alejandro “Chuky Monedita” Nuñez, preso en Piñero, como la cabeza de los asesinatos que causaron gran conmoción en todo el país. Según la hipótesis fiscal, el móvil de los violentos hechos del mes pasado habría sido el enojo que le causó al narco la reinstalación del régimen de alto perfil, que mandó a Nuñez al Pabellón 28 con menor frecuencia de visitas en cuanto a las que venía teniendo, además ahora con un blindex de por medio. Y por esto le habría encargado a su mujer que organice los homicidios violentos.
Gran prontuario
Pared cumple una pena de la justicia federal por narcotráfico, tras haber sido detenida en febrero de 2018 en barrio Acindar por un operativo de Gendarmería, en Avellaneda y Mosconi. Cuando fue capturada estaba con un hombre que llevaba en un bolso una ametralladora FMK3. Ella tenía en su mochila 331 dosis de cocaína y dos balanzas de precisión. Por esta causa, en septiembre de 2019 la condenó el TOF 1 de Rosario la había condenado a cuatro años y en agosto de 2021 hubo otro fallo, que unificó las penas en seis años.
Cuando cayó, la mujer de “Monedita” ya enfrentaba un proceso por el cual se la había acusado por un asesinato, pero esperaba el avance de la causa en libertad. El hecho era de julio de 2015, cuando en Oroño y Uriburu la joven había matado de un puntazo a una amiga suya, Pamela Spinetti. Pared había confesado la autoría del crimen, aduciendo legítima defensa y así pasó dos años en prisión domiciliaria. Pero vencido el plazo de ley, a mediados de 2017 y sin acusación presentada para ir a juicio, recuperó su libertad. En 2019, la fiscal Marisol Fabbro intentó reactivar esa causa.
De pura cepa narco
Brenda es hija de Sergio Pared, referenciado por los conocedores del hampa rosarina como uno de los primeros en el mundo narco, de la “vieja escuela”. Desde los ’90 y hasta 2013, cuando fue asesinado en la puerta de su casa en Doctor Riva y Ovidio Lagos, barrio Acindar, había ejercitado el perfil bajo. Pero esa vez lo alcanzaron los tiros que le disparó Leandro “Pollo” Vinardi, por entonces puntero de la banda “Los Monos” y luego desde la cárcel convertido en jefe de un manojo de sicarios para la misma organización.
En los años que siguieron, los hijos de Sergio Pared no se apartaron de las noticias policiales: en noviembre de 2021 hubo siete allanamientos de la Agencia de Criminalidad Organizada del MPA, en Rosario y Funes. Entre los detenidos ese día estuvieron Brenda y su hermano Brandon. Él fue hallado en un departamento rosarino en pleno centro de Urquiza al 1000, con cocaína y una pistola calibre 22.
A ella le encontraron cocaína en la casa en la que ya cumplía condena por narcotráfico, con el beneficio de la domiciliaria por ser madre. Tiene cuatro hijos, los más chicos de 3 y 1 año, es decir que fueron concebidos con su mamá condenada y su padre preso en Piñero.
No obstante, no fue allí donde puso su foco el fiscal Reynares Solari, sino en los recursos para afrontar los gastos de manutención. Sin ingresos demostrados, la sospecha del funcionario de la justicia federal era que Pared y “Chuky” financian la vida familiar con ingresos narco. La defensa de Pared sostuvo que ella sobrevivía gracias a la asistencia de parte del Estado, cobrando Asignación Universal por Hijo, Tarjeta Alimentar, Leche Ley Mil Días, Plan Potenciar Trabajo. También se planteó que su madre, que vive con ella, cobraba una pensión.
Los jueces firmantes de la prisión domiciliaria
Pese a haber enorme cantidad de elementos para fundamentar lo que solicitaba Reynares Solari, el fallo de Casación de diciembre pasado le dio la razón al planteo defensivo. Así, los jueces Gustavo Hornos, Javier Carbajo y Mariano Borinsky permitieron que la mujer siga viviendo en Funes y visitando a su pareja en la cárcel.
Para los fiscales del MPA, ese vínculo fue clave en la organización de los cuatro crímenes de trabajadores del mes pasado en Rosario. Por eso ayer durante la audiencia en el CJP se opusieron al pedido de la defensa de Pared para continuar con la domiciliaria. La mujer, entre tanto, observó el debate judicial desde una salita del ORDER, la cárcel que tiene Rosario en la zona sudoeste, en 27 de Febrero al 7800. Y vio como la jueza Paula Álvarez rechazaba la solicitud de su abogado, para determinar finalmente que quede con prisión preventiva en el Pabellón para madres que tiene la Unidad Penitenciaria inaugurada hace pocos años.