Tras la aprobación de una nueva ordenanza en el Concejo, que permite trasladar al corralón a vehículos de Uber y otras aplicaciones no autorizadas, ya se registraron los primeros resultados. En la primera semana desde la sanción, dos autos fueron remitidos al corralón.
La ordenanza que le dio un marco regulatorio a estas penas, además de habilitar el secuestro de los vehículos, también permitió la aplicación de sanciones que pueden alcanzar cifras de hasta un millón y medio de pesos.
Sin embargo, distintas fuentes afirman que, a pesar que la normativa es nueva, ya habían estado funcionando previamente en la ciudad, distintos operativos para la detección y el acarreo de los vehículos no habilitados para su uso como transporte público. El amparo de estos procedimientos sería el código de faltas local que habilita, aunque con multas mucho más accesibles, este tipo de penalizaciones hacia remises truchos, transportes de otras localidades y, en este caso, también a los automóviles de las apps.