La Policía Esclareció un hecho de Robo y secuestro lo Sustraído

Dos hechos de robo, ambos esclarecidos, se produjeron durante las últimas 24 horas en la región, donde sus protagonistas fueron jóvenes, algunos de ellos menores de edad.


Uno aconteció en Puerto San Martínen horas de la tarde.  Pasada las 14, la policía es solicitada en ruta 11 y Yapeyú, frente al local donde se realizan inspecciones vehiculares (IVP. En el lugar, un camionero explicó que su rodado, estacionado sobre la banquina, sufrió la rotura de sus vidrios y el robo de un GPS. Testigos indicaron haber visto salir corriendo a un par de jóvenes, sobre los que se inició la búsqueda de sus paraderos.

Tras un rápido recorrido por la zona, se pudo dar con ellos, tratándose de dos jóvenes de 18 y 20 años, este último, con cuatro antecedentes por robos, perpetrados en poco más de un mes. En sede policial ambos manifestaron haber cometido el hecho y que al GPS lo habían vendido por 150 pesos, llevando consigo el dinero, manifestando además querer colaborar llevando al personal al lugar donde lo vendieron.

Al presentarse en el aludido domicilio, la policía halló a una hermana de la compradora quien se comprometió a devolver dicha unidad, lo que así sucedió.

Lo llamativo de este hecho, además que uno de los ladrones posee sobrados antecedentes para purgar un proceso bajo arresto, es la celeridad con la que se realizó la mal habida transacción comercial, pues entre la rotura de los cristales del camión hasta que la policía atrapó a los jóvenes no pasaron más dd 15 minutos.

Durante ese tiempo ya habían robado, vendido el GS, cobrado y se disponían a retirarse del barrio para gastar la plata.

El otro caso también aconteció durante horas de la tarde y en plena calle, más precisamente, en Díaz Vélez al 32300. En ese sitio, un hombre de 60 años fue abordado y atacado por una patota, la que tras golpearlo le sustrajeron una cámara digital, para luego, emprender una fuga.

Tras radicar la denuncia, la policía se apersonó en el lugar y constató que el elemento sustraído estaba en manos de una menor de edad  (15 años), domiciliada a poca distancia de donde ocurrió el hecho. Según su relato, la cámara fue a dar con ella porque un conocido suyo se la entregó, aunque no supo precisar su identificación.

La cámara fue devuelta a su [propietario, la menor trasladada a repartición policial y la patota aún se encuentra prófuga.

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