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La producción agrícola se recuperó pero siguen estando por debajo de su potencial

La producción agrícola se recuperó pero siguen estando por debajo de su potencial

El impacto de la sequía en el período 2017/18 y el retorno de las retenciones en cereales, además de las restricciones a las exportaciones, la actividad agropecuaria comenzó a experimentar una tendencia en declive que continúa en la actualidad.
El impacto de la sequía en el período 2017/18 y el retorno de las retenciones en cereales, además de las restricciones a las exportaciones, la actividad agropecuaria comenzó a experimentar una tendencia en declive que continúa en la actualidad.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) determinado por el Indec registró en junio de 2024 una caída del 3,9% con relación al mismo mes de 2023.
Sin embargo, la actividad del sector agropecuario -principal generador de divisas de la economía argentina- registró en junio pasado una suba interanual del 82%, según informó el Indec.

El dato no causa sorpresa porque el año pasado, debido a una sequía histórica, se derrumbó el nivel de actividad presente en el sector agropecuario para registrar -considerando el valor del mes de junio- el nivel más bajo de al menos las últimas dos décadas.

Si bien este año, con un clima más benigno, se recuperó la producción agrícola, lo cierto es que la actividad en el agro sigue estando por debajo de los niveles registrados en junio de 2021, 2020, 2019, 2017, 2016, 2015, 2014, 2013, 2011, 2010, 2008, 2007, 2006 y 2005. Es decir: la actividad se encuentra por debajo del nivel registrado en 14 períodos de las últimas dos décadas.

El mejor momento de la serie corresponde a los meses de junio de 2015 a 2017, años en los cuales el cambio de expectativas por el gobierno entrante de Mauricio Macri, junto con la eliminación de derechos de exportación en cereales y la trabas para exportar productos agroindustriales, promovieron un crecimiento de la inversión y la productividad agropecuaria.

Luego del impacto de la sequía registrada en el ciclo 2017/18 y la reintroducción de las retenciones en cereales, además de la posterior implementación de las restricciones a las exportaciones, la actividad agropecuaria comenzó a experimentar una tendencia declinante que persiste hasta la actualidad.

Un mayor impulso del sector agropecuario sería una ayuda fundamental para contribuir a contrarrestar los derrumbes de la actividad económica registrados en la industria manufacturera, la construcción, el comercio y el turismo, entre otros rubros.

El EMAE es un indicador provisorio de la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) del país a precios constantes de 2004 que se calcula en base a la agregación del valor agregado a precios básicos de cada una de las actividades económicas.

Fuente: bichosdecampo.com

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