El gobernador Omar Perotti expuso con claridad su postura en el proyecto de ley que propone aumentar el porcentaje de Ingresos Brutos para las cerealeras y bancos.
Las exportadoras de granos serán las que más dinero extra aporte con dicha reforma al pasar a pagar de 0,25 por ciento a 2 por ciento por dicho tributo, lo que representaría unos 12.500 millones de pesos de los casi 20.000 millones que la Provincia tiene en mente.
En el caso de las entidades financieras se unificaría el impuesto en un 7 por ciento; en la actualidad tienen un escala cuyo piso arranca en el 4,55 por ciento.
La nueva normativa en relación a este tributo ingresó a la Legislatura el pasado lunes y hoy comenzará su debate en ambas Cámaras.
En la misma sinfonía que el presidente Alberto Fernández, Perotti argumentó que estos incrementos extraordinarios deberán afrontarlos «los sectores de mayor rentabilidad».
«Se aumenta la obligación contributiva para los sectores que más pueden afrontarlo. Esto es para poner en marcha todos los programas sociales y, la indicación de Perotti es la emergencia alimentaria. Primero el hambre», enfatizó Leonardo Ricciardino, vocero oficial del gobernador, al dar a conocer los contenidos del proyecto.
Unas 18 empresas agroexportadoras que operan en suelo santafesino son las que estarían alcanzadas por el alza en Ingresos Brutos.
De acuerdo a los datos proporcionados por el diputado provincial Carlos Del Frade, en 2018 las cerealeras exportaron por un total de 628.824 millones de pesos, por lo que en caso de aprobarse el pedido y aplicarles una alícuota de 2 por ciento, ello se traduciría en 12.500 millones de pesos, aproximadamente, que ingresarían a las arcas del fisco provincial.
Por el momento, las cámaras y asociaciones que nuclean a estas empresas no emitieron documento u opinión oficial alguna, aunque es sabido la posición que tantas veces expresaron acerca de la carga tributaria que soportan, desde hace años y en sucesivos gobiernos, oponiéndose a que se apliquen nuevos tributos. A días de conocerse el aumento de las retenciones, ahora en Santa Fe, donde se concentran el grueso de estas firmas, se intentan multiplicar los valores que pagan en la actualidad.
La pregunta para este sector sería si «veían venir» la decisión de Perotti, y en todo caso, si pudieron siquiera anticiparse con alguna posible reunión a fin de discutir o consensuar el proyecto. A la vista de los hechos, pareciera que no.
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