Las empresas no pueden girar dividendos pero el Gobierno no logra que los inviertan

Los plazos fijos, los fondos de money market y bonos de corto plazo son las preferencias para acumular las ganancias hasta que puedan enviarlas al exterior. Con un mercado inmobiliario en crisis, se abrió la opción de comprar oficinas. También aumentar el stock de insumos


Estamos pidiendo autorización a nuestra casa matriz para poder hacer inversiones en inmuebles. Hoy, a duras penas, nos permite invertir en un plazo fijo y en un banco de primerísima línea. No le podes ganar a la inflación. Hoy nos estamos llenando de cash?, dijo un directivo de un bróker de seguros.
La alternativa que encontró la empresa es comprar algún inmueble de oficinas para el personal o para generar una renta. ?Oportunidades de mercado puede haber; es cuestión de ponerse de acuerdo con el monto?, agregó. Debido a que está pesificado, la opción es valuar el inmueble al tipo de cambio paralelo pero pagarlo en pesos. ?Por lo menos empiezo a generar una renta equivalente para compensar el alquiler que tenemos?.
Si bien alguna firma de servicios, puede ver la posibilidad de comprar oficinas ahora que hay mayor capacidad de negociación para obtener un precio más bajo y ahorrarse el alquiler, la inversión clásica es mantenerse líquido en los fondos de money market y plazos fijos tratando de perder lo menos posible, dada la inflación del 25%, y a la espera de que se abran las compuertas para girar las utilidades retenidas.
Las industriales con buenas perspectivas para el año que viene también aprovechan para juntar stock de insumos con cotización internacional y los bancos, para expandir el crédito.
?La inversión puede incluir inmuebles, si aparece una oportunidad?, pero lo más común son ?las inversiones en plazos fijos, aún a tasas reales no redituables, a cortísimo plazo -no más de 30 días- y también instrumentos como fondos comunes de inversión y otras alternativas que sacan los bancos relacionados con instrumentos en pesos atados al dólar, como los bonos dollar-link. También bonos?, dijo Claudio Fiorillo, socio líder de la industria de Servicios Financieros de Deloitte.
La decisión es perder lo menos posible, porque los activos financieros disponibles en Argentina no permiten ganarle a la inflación ni al aumento de las alzas salariales, que superan el 20%, en las firmas mano de obra intensivas. ?La pauta que se sigue es asegurar la rentabilidad respecto de la inflación?, agregó Fiorillo.
Aunque el Gobierno no autoriza a enviar utilidades y dividendos a las casas centrales ?el año pasado se giró al exterior u$s 4.495 millones frente a los u$s 91 millones al tercer trimestre de 2012?, no logra que se destinen a un aumento de la capacidad de producción. La inversión interna bruta fija cayó 7,5% en los primeros diez meses del año frente al mismo acumulado de 2012, principalmente por la reducción de bienes importados. La inversión sobre el PBI quedó en el 21%, según datos de la consultora Orlando Ferreres.
?No hemos visto que las empresas salgan masivamente a invertir esa plata?, confirmó Mariano Sánchez, socio de Transaction & Restructuring de KPMG. ?La mayoría se mantiene líquidas en plazos fijos. Los más osados invierten en bonos. Y en instrumentos de corto plazo, como letras?, agregó. De hecho, el patrimonio de los fondos de dinero creció 39,6% en el último año y de renta fija, 74,1%, según la CAFCI.
?Las empresas están con mucho cash en una situación de wait and see, con la esperanza que se normalice la situación y que se puedan distribuir los dividendos atrasados?, dijo un profesional que pidió no ser nombrado. ?Si no hay previsibilidad en las condiciones en que operan las compañías, no hay propensión a invertir?.
En el caso de las empresas que confían que el año van a crecer, el destino del sobrante financiero es más claro.
Entre las industriales, sobre todo que procesan recursos naturales, ?hay una inversión en stock de commodities, sobre todo con cotización conocida en el mercado, que les resguarda el valor de los bienes?, dijo Claudio Doller, socio de BDO Argentina. ?En todos aquellos materiales que utilizan para sus procesos productivos, que saben que van a poder aplicar a las ventas. Las que tienen disponibilidad financiera se stockean en bienes que siguen la divisa extranjera porque esperan mayores ventas el año que viene?. El desafío es el lugar físico donde poder estockear esos insumos.
Entre los bancos, las utilidades no giradas se aplican a la expansión del crédito, sobre todo de consumo, y para obtener más margen frente a los requerimientos regulatorios, explicó Fiorillo.
En un banco extranjero saben esperar: ?Las crisis cambiarias siempre duraron menos de un año en Argentina?.

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