Las pymes que quieren ganar con el viento

Unas 30 empresas conforman el Cluster Eólico Argentino. Su objetivo es alcanzar los 1.000 MW de energía eólica con equipamiento nacional


Mientras el debate energético se recalienta tras la decisión del Gobierno nacional de participar de la producción de combustibles fósiles a través de YPF, un yacimiento inagotable de energía limpia proveniente del viento permanece sub explotado. La energía eólica tiene hoy en el país un potencial de generación de 2.000 GW (gigawats), 100 veces mayor a la capacidad instalada, y superior al potencial petrolífero, según datos del Centro Regional de Energía Eólica (CREE).

Pero, además de buenos vientos, la Argentina cuenta con tecnología de alta potencia propia para la fabricación de aerogeneradores. Son varias las compañías que producen molinos de viento con componentes de industria nacional: Invap, NRG Patagonia, Emgasud, Impsa, y Sogesic, entre otras. Para proveer a esta incipiente industria, se conformó la Cámara de Industrias de Bienes de Capital (Cipibic), el Cluster Eólico Argentino, que agrupa a 29 firmas.

Los clusters son espacios de cooperación organizada entre empresas e instituciones de un mismo rubro. En el eólico, están representados integrantes de toda la cadena de valor: desde desarrolladoras de tecnología, hasta productores de torres, cables o transformadores.

Unidos para producir
?Hoy, se fabrican en el país prácticamente todos los componentes de los aerogeneradores. Sin embargo, hay muy baja integración nacional en los parques eólicos que están funcionando?, señala Rubén Fabrizio, director Ejecutivo de Cipibic. ?La Ley de Compre Nacional fue en los hechos excluida en la licitación del Genren I por Enarsa. Por ello, el parque eólico Rawson (inaugurado en 2011) tiene un porcentaje bajo de componentes producidos localmente?, señala. Así, uno de los objetivos principales del Cluster es lograr que haya más tecnología y trabajo argentinos en los próximos parques eólicos que se construyan.

Viento a favor
Como desarrolladora de tecnología, Invap fabrica aerogeneradores de baja potencia para establecimientos rurales y comunidades donde no llega el tendido eléctrico, desde hace una década. Más recientemente comenzó a desarrollar generadores de alta potencia, y su plan es construirlos con componentes nacionales. La compañía, creada en la década del ?70 por un convenio entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la provincia de Río Negro, se especializa en la fabricación de satélites y reactores nucleares, pero en los últimos años decidió incursionar en el sector de las energías renovables. ?Hemos presentado proyectos para la licitación del Genren II?, señala Hugo Brendstrup, gerente de Tecnología Industrial y Energías Renovables de la firma barilochense. El especialista lidera un equipo de cinco personas dedicadas a la energía eólica en una empresa con más de 600 empleados. ?El negocio eólico es hoy marginal dentro de la facturación de Invap, pero tiene mucho potencial de crecimiento?, confía.

En el país, la ley 26.190 de fomento a las energías renovables, establece que, para 2016, el 8% del consumo energético nacional deberá provenir de fuentes limpias. Y los especialistas coinciden en afirmar que un 50% de esa nueva energía provendrá del viento. Según las proyecciones, sólo la fabricación local de componentes para los parques eólicos licitados en el programa Genren I y II, permitirá generar 10.000 empleos directos y otros 30.000 indirectos en los próximos ocho años.

Pero, más allá de proveer al mercado local, el desafío del cluster es que, desde Argentina se empiece a exportar tecnología y productos para la industria eólica, confiesa Fabrizio. Ya algunas empresas están exportando tecnología y know how al vecino Brasil. ?En consonancia con el Plan Industrial 2020, aspiramos a la generación de 1.000 MW eólicos de producción nacional anual para dentro de ocho años?, destaca Fabrizio, el titular de Cipibic.

Fuente: Cronista

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