Los claroscuros que rodean a Leda Bergonzi y que se profundizan con el paso de los meses ponen en jaque la relación entre la “sanadora” y la Iglesia Católica. Tras un primer entusiasmo por acompañar su carisma y convocatoria, el arzobispo Eduardo Martín enfrenta cuestionamientos internos por sostener el apoyo ante los recurrentes incumplimientos de las condiciones que inicialmente pidió imponer.
Es que desde el crecimiento del fenómeno que pasó de la Catedral y parroquias céntricas a las multitudinarias convocatorias en el predio de la ex La Rural y va por la mesa de Mirtha Legrand, la Iglesia rosarina solicitó a Leda tres cuestiones en formato auditoría: la primera fue que acepte el acompañamiento de un sacerdote en su proceso interno y celebraciones; la segunda, la prudencia en sus declaraciones; y la tercera, la transparencia económica.
Leda cumplió con la primera condición y hasta se generó un equipo. Pero enciende todas las alarmas con sus declaraciones y el creciente dinero que se moviliza alrededor de sus encuentros, recitales y otras convocatorias.
Sanación física vs. Sanación Espiritual
Cuando en septiembre de 2023 el Arzobispado de Rosario explicó el carisma de la sanación y expresó públicamente su acompañamiento a Leda, puso especial énfasis en evitar falsas expectativas a los fieles y explicar que “si se producen sanaciones físicas, es mayor el número de las sanaciones espirituales, interiores y síquicas”. Sin embargo, días después, Leda dijo a Canal 13 de Buenos Aires haber tenido “la gracia de recibir gente en silla de ruedas y que se ha ido caminando”.
La Iglesia sabe que las expectativas convocan a devotos de todo el país. También, que el fenómeno de fe y devoción no debe abusar de necesidades. Y allí colisiona con la desconfianza al leer entre líneas su confesión a Chiche Gelblung: ser popular por sus “sanaciones” y vivir -tener ingresos- de la música. Es decir, con las canciones arraigadas en la Fe, todo un boom por ejemplo entre evangelistas.
En ese contexto empezó el intervalo entre encuentros de oraciones con shows artísticos privados mediante productores. Primero locales, después internacionales con negocios digitales.
En ese marco, en la Iglesia no cayeron bien especialmente sus dichos en enero en Chile sobre el origen del cáncer y sus confusas respuestas ante una Mirtha Legrand que la desafió a convencerla. “¿Conseguiste sanaciones?”, inquirió la conductora. “Por supuesto”, respondió rápidamente Leda. “¿Cómo sabés que las conseguiste?”, repreguntó Chiqui. “Llevan estudios clínicos”, aseveró sin dudar.
En la Iglesia anotan. Una, dos, tres, cuatro. Como cuando abrumada por una multitud y medios nacionales en Santos Lugares, Leda perdió toda dimensión y aseguró a TN que “Hay mucha gente que se ha sanado haciendo la fila” (a distancia).
La mujer factura
Con la popularidad y convocatoria crecientes, Leda constituyó acuerdos con productores artísticos y empezó a vender entradas en el Teatro El Círculo o sitios reconocidos como el Anfiteatro de Corrientes, Chaco o el Arena Maipú de Mendoza. Y aceptó a Marta Sepúlveda como ancla en Chile, a donde viajó para varias presentaciones. Multiplicar el precio de venta por la capacidad de los escenarios deja números asombrosos.
Y empezaron los vaivenes. El productor que había iniciado con ella los recorridos por el país ahora los suspendió: “Bergonzi recolecta grandes sumas de dinero de sus seguidores, estos fondos no benefician a su causa, sino que enriquecen a ella y a su socia”, expresó públicamente Alberto Castillejo, que semanas atrás se presentaba como el organizador de los eventos musicales en Rosario, Casilda y otras localidades santafesinas.
En ese camino sinuoso hasta hubo errores de cálculo. Por ejemplo, hizo un espectáculo de resurrección el Viernes Santo, el día de la crucifixión. O la tensión en Corrientes por las onerosas entradas, donde el Arzobispado local debió aclarar que no formaba parte de la organización.
Todo este punto colisionó de frente con el tercer pedido de la Iglesia: transparencia económica. Es que alrededor de Leda hay mucho movimiento que no necesariamente administra. Tours de colectivos, buffets, pantallas, sonido y sillas. En Metropolitano debió aclarar que los alquileres para la espera corrían por cuenta de terceros.
Para canalizar, Leda constituyó el 6 de noviembre pasado la Fundación Soplo de Dios Viviente y la inscribió en la IGPJ. Las fundaciones tienen un régimen especial y exceden el control de la Iglesia. De hecho, la dirección legal es su casa y ella es la presidenta. Para el trámite acudió al joven abogado Federico Netri, quien rechaza cualquier anomalía.
No obstante, el foco es otro: los negocios digitales. Y en el camino de Leda apareció el productor Martín Kano, con no menos de cuatro premios internacionales en su haber y tentáculos en Buenos Aires y Miami, y la llevó al siguiente nivel. Leda abrió entonces canales profesionales como cantante y sanadora en YouTube y Spotify. Son claves: las plataformas pagan en dólares por cantidad de suscriptores y reproducciones.
La expectativa que generó la llevó a recibir directamente una copia de un contrato internacional. Se vio tan abrumada que pidió asesoramiento a distintos profesionales y desistió.
Hoy, el canal “Leda Oficial” tiene lanzamientos periódicos de canciones. Hay más de 5 mil suscriptores y contenidos, uno de los cuales supera las 150 mil reproducciones. En tanto, con la cuenta “Soplo De Dios Viviente” tiene 38 mil suscriptores, testimonios de sanaciones y canales de oraciones, rosarios, crónicas y prédicas. El trabajo excede lo artesanal.
Como canta Shakira: “La mujer factura”. Y nadie sabe cuánto. Salvo la contadora Marilén Chávez, que lleva los registros. Leda mezcla. Y en la Iglesia irrita.
Un fenómeno que define su futuro
En uno de sus encuentros de mayo en la ex Rural, Leda aceptó como regalo una escultura suya y quedó ubicada bajo el altar. Primero bromeó que le iba a poner “Aldana”, como su hermana melliza. A continuación cambió el tono: “Recen por nosotras”, pidió, emulando al Papa Francisco.
Hablaba en serio. Como lo hizo el fin de semana pasado, cuando ya había grabado el programa de Mirtha Legrand y su ex productor Alberto Castillejo se explayaba en medios del interior tras la cancelación de un evento que debía ser en Casilda. “Les pido que estemos en oración de protección por este tema”, clamó en un mensaje a sus colaboradores más estrechos, a los que les dijo que se había alejado del productor por malos tratos y amenazas.
Castillejo apuntó a diferencias económicas. “Cree que es más poderosa que Dios. Es mentirosa y traidora”, denunció.
o es el único vínculo que rompió. Pero sostiene algunos como el de María Belén Ludueña, la pareja del jefe de Gobierno de CABA, Jorge Macri. No fue casualidad que ambas compartieran el sábado pasado la “mesaza” de Mirtha.
Los más abocados al estudio o razonamiento de Dios ven su presencia en TV como un ejemplo de que, habiendo personas que confían en que ella recibió un don, está protagonizando su ego-drama.
Leda define por estos días cómo siguen sus encuentros de los martes, dado que el convenio por la ex Rural firmado en febrero finalizó y el municipio no lo renueva por “porque no está disponible por reserva de fechas previas, en su mayoría eventos privados y algunos públicos del Día del Niño”. Tuvo entonces conversaciones con clubes de la zona norte. También, con un histórico sindicalista que tiempo atrás le ofreció terrenos.
Los periodistas que este San Cayetano entrevistaron al padre Rubén Bellante como Fernando Carrafiello en Cadena 3 Rosario no se llevaron pruebas porque no dio nombres pero tampoco dudas de a qué se refirió cuando le preguntaron por el presente de la Iglesia. “En tiempos difíciles, oscuros y de crisis, el manotazo de ahogado se da para cualquier lado”, se despachó.
Fuente: Cadena3
