“Lobby porteño” preocupa a las Pymes de la región

El inicio de los primeros trabajos en la usuina timbuense recayó en empresas radicadas en la Capital. El sector contiene al 64% del total de mano de obra demandada. El año se inició con una marcada retracción.


La construcción de la nueva estación termoeléctrica en Timbúes, proyecto para instalar una usina espejo de la que ya funciona, generó el interés de todas las Pymes de la región, ávidas por ofrecer sus calificados servicios en pos de aportar a la realización de la obra.

El emprendimiento motiva la creación de miles de puestos de empleo que para esta primera etapa se concentrarán en operarios de la construcción. Empresas de montaje situadas en el Cordón Industrial hay en cantidad suficiente como para satisfacer tal demanda, y si la dirección de dicha obra resuelve contratarlas (General Electric, Duro Felguera y Fainser fueron adjudicados por la Nación) no solo se asegurará la calidad del trabajo, sino que constituirá un aporte significativo para sostener el andamiaje de la economía local.

Sin embargo, la intención no se concreta. Es que la presión que ejercen firmas constructoras porteñas está recortando esa posibilidad. De hecho, para solicitar un puesto de empleo, los operarios de la región deben presentarse en la portería del complejo y dejar sus datos para ser luego transferidos a aquellas empresas que no tienen presencia física en la zona.

Este panorama preocupa a la dirigencia Pymes del Cordón Industrial, ya que sumado a ello está la actual situación de crisis que se atraviesa, pues el año no se inició de la manera que esperaban. El mal momento que vive el sector ante el freno de inversión de la agroindustria -por las variables y coyuntura de la nacional-, principal generador de trabajo y proyectos en la región, es motivo suficiente de preocupación.

Por tal razón, la nueva central termoeléctrica aparece como una inmejorable alternativa para mantener fuentes de trabajo local, generar valor agregado y fortalecer la economía regional. Además, vale citar que durante la ejecución de la planta ya en funcionamiento, fueron muchas las Pymes locales que se transformaron en contratistas, dejando antecedentes intachables sobre la calidad de sus labores.

A pesar de todo ello, la fuerza del lobby porteño tiende a imponerse a la experiencia y conocimiento del territorio que poseen las Pymes locales. Un dato más: el sector ocupa más del 64% de la mano de obra del Cordón Industrial. Respecto al proyecto, la usina “Vuelta de Obligado” (sigue pendiente rebautizarla como “Batalla Punta Quebracho”) tiene una in versión prevista de u$s843,37 millones y suministrará energía para el Sistema Interconectado Argentino (SADI), que podría adecuarse ya para agosto del año venidero.

La nueva generadora de energía eléctrica contará con dos turbinas de gas que conforman el ciclo simple, y otra turbina de vapor que cierra el ciclo combinado. También, una subestación de transformación y maniobras, un gasoducto de interconexión (16 km), cuatro tanques de combustible para gas oil, una isla de potencia, instalaciones principales, secundarias y complementarias.

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