Un escándalo se vivió en la final de la Liga Totorense entre Defensores de Centeno y Sportivo Rivadavia.
Un hincha de los locales le arrojó a un jugador, cuando salía del vestuario, un líquido similar a alcohol en los ojos que lo encegueció.
Se trató de Diego Gutiérrez, que debió ser atendido en un nosocomio, y que por semejante agresión debió suspenderse el match.
Así lo resolvió el árbitro internacional Jorge Baliño, contratado especialmente por la Totorense para resguardar la seguridad en la cancha, pero el referí no pudo siquiera dirigir un solo minuto.
El pedido de suspensión del partido fue resuelto luego de la presentación esgrimida por los visitantes, Sportivo Rivadavia, de Centeno,.
Este era el encuentro de vuelta que ambos equipos debían disputar.
Ahora será el Tribunal de Penas de la Liga Totorense quien resuelva como seguir.
Fuente: Info Mas
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