Herme Juárez desafió hace una semana a los estibadores presentandose en el predio del Sindicato junto a sus abogados y un séquito de familiares proclamando seguir siendo el Secretario General. Ante la provocación fueron los propios trabajadores que plantados en las puertas del gremio no lo dejaron ingresar y echaron del lugar
Luego del episodio vivido en el gremio uno de los abogados de Herme Juárez, Javier Rabadé quien oficia de vocero del malogrado dirigente intentó acusar a los trabajadores de piqueteros sindicales agregando que eran sólo diez y que no tenían el apoyo de la mayoría de los afiliados. Los trabajadores no dudaron en responder a las acusaciones con un dura carta firmada por más de 100 afiliados.
Los cruces entre el abogado Rabadé y los trabajadores continuó levantando temperatura en los medios de comunicación, en el día de ayer uno de los estibadores fue entrevistado por un canal perteneciente a una iglesia evangelista, se trata de Marcelo Vergara que en su relato fue contando con detalles como según sus palabras fueron engañados por el abogado y una colaboradora.
Vergara fue más allá e hizo una radiografía del poder montado por Juárez para enriquecerse durante 50 años a costa del trabajo de los estibadores que hoy lo resisten.
Juárez mal asesorado y enfrascado en un microclima de aduladores no logra comprender que el poder conferido por su trabajadores en base al miedo y el sometimiento económico llegó a su fin. Vino Caliente no entiende que la Cooperativa y el SUPA son de los socios y no de él y su familia como él creía a la hora de asignar salarios para su circulo intimo, sus hijas cobraban 500 mil pesos por mes de sueldo y no iban a trabajar, mientras que él cobraba 1 millón de sueldo más todos los gastos pagos de vehículos, viajes y casas.
Los trabajadores piden que triunfe la democracia sindical y que termine para siempre el «feudo juarista».
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