La intervención judicial a cargo de Guillermo Nudenberg y Andrés Shocron presentó ante el juez del concurso de Vicentin un esquema de distribución para los contratos de fazón de molienda de soja, luego de recibir ofertas que superaron la capacidad operativa de la planta de San Lorenzo. En total, se presentaron ocho empresas con propuestas vinculantes que alcanzaron las 510.000 toneladas por mes, cuando la capacidad operativa estimada es de 400.000 toneladas/mes.
Las empresas participantes son: ACA, Bunge, Cargill, Louis Dreyfus (LDC), Molinos Agro, Viterra, Commodities SA y la Unión Agrícola de Avellaneda. Todas recibirán el mismo cupo: 50.000 toneladas por mes durante seis meses, a partir del 1° de junio de 2025.
La intervención propuso extender el esquema hasta diciembre de 2025, aunque esa decisión quedará a criterio de cada participante. En caso de continuar en diciembre, se prevé una tarifa reducida de U$S 16/tonelada.
Precios escalonados
El valor del servicio de fazón fue unificado en base al promedio de las ofertas recibidas:
- U$S 20/ton para junio y julio,
- U$S 19/ton para agosto y septiembre,
- U$S 18/ton para octubre y noviembre.
A esto se suma un adicional de U$S 1,5/ton si las empresas solicitan lecitina, producto que genera un sobrecosto operativo.
Además, el almacenamiento en Ricardone tendrá un valor fijo de U$S 5/tonelada, mientras que el traslado entre Ricardone y San Lorenzo correrá por cuenta de cada fazonero.
Reglas claras, control conjunto
El documento presentado al juez aclara que la materia prima y los productos resultantes serán siempre propiedad de cada empresa. No se confundirán con el patrimonio de Vicentin. Se prevé un sistema de balances de masa al final del período de molienda para verificar resultados y distribución.
Se conformará un comité de seguimiento con representantes de las empresas y de la intervención para monitorear los contratos, los fondos generados y posibles readecuaciones operativas. También se organizará un comité de coordinación logística dada la complejidad operativa y la cantidad de actores involucrados.
Fondos adelantados para poner en marcha la planta
Algunas empresas propusieron pagos anticipados por almacenaje y fazón, lo cual permitirá a Vicentin cubrir gastos críticos como energía, hexano, gas y reparaciones urgentes. Según el informe, solo para el mantenimiento inicial se requieren U$S 1,4 millones, que serán cubiertos parcialmente con esos fondos.
Renuncia a la preferencia
ACA, Bunge y Viterra, que tenían prioridad en el uso de las instalaciones por acuerdos firmados durante el concurso, renunciarán a ese privilegio para permitir la participación de las otras empresas. Esa renuncia, según los interventores, será clave para poder avanzar en un esquema equitativo y transparente.
Con este reparto, los interventores buscan darle viabilidad industrial a Vicentin en un contexto judicial incierto y con un pasivo postconcursal de más de 30 millones de dólares. La clave, dicen, es mantener la planta funcionando y asegurar el pago de salarios durante la campaña gruesa.