El sueño de que Ángel Di María vuelva a Central en este segundo semestre, tras ganar la Copa América con la Selección Argentina hace una semana en los Estados Unidos, llegó a su fin porque no vestirá la casaca auriazul. Porque más allá de las ganas que siempre tuvo el futbolista, su entorno familiar jugó un rol muy importante, especialmente su esposa. Que habló con medios de Capital Federal y nunca lo hizo con uno de Rosario y hasta armó una lista negra de periodistas. Antes del incio del certamen de selecciones en el norte del continente americano, el delantero le había enviado un largo mensaje de whatsapp al presidente Gonzalo Belloso para agradecerle y explicarle los motivos que le impedían jugar en el Canalla, todos relacionados a las amenazas recibidas.
Pero siempre hubo una mínima esperanza porque el propio Di María tenía ganas de pisar nuevamente el Gigante de Arroyito, sumado a que habían sido detenidas las personas que cometieron el acto intimidatorio y al apoyo mostrado por el propio Gobierno de Santa Fe para su retorno, en un momento se transformó en una causa nacional. Hasta que se conoció el rumor de que había arreglado de palabra con Benfica de Portugal para firmar por una nueva temporada.
Y ante la falta de una comunicación oficial por parte del propio futbolista, Belloso, para descomprimir la situación, comunicó que el pasado sábado el propio futbolística le respondió que en este 2024 no regresará a la institución que lo vio debutar en la Primera División por estrictas razones de seguridad, tras las amenazas sufridas por él y su familia.
Por eso, el mandamás auriazul explicó: “La vuelta de Angelito es o fue un sueño para todos los hinchas de Central. En estos últimos años se afianzó la idea de que venía. El club creció un poco más y creíamos que estábamos en un buen momento para recibirlo, con un plantel bien armado, técnico de la casa y una estructura sólida. Pero nos informó que no está garantizada la seguridad ni para él ni para su familia”, indicó en declaraciones a LT2 de Rosario.
A continuación detalló: “Nos dijo que no se sentía seguro y que tomó la decisión después de la Copa América. El sábado nos dijo que no siente las garantías de seguridad y nos dijo que no podía volver al club. A nosotros nos duele, pero respetamos muchísimo la decisión. Nunca pidió jugar por cuatro meses ni dos años, en este último tiempo pensó volver, pero no se convencieron de eso”, manifestó.
Finalmente comentó: “Nosotros pudimos contarle nuestras propias experiencias de cuando vivíamos en Uruguay y asumimos la presidencia del club, tuvimos amenazas de todo tipo, verbales, críticas en mi casa, en lo de mi suegro, en lo de mi mamá. No quiere decir que todo el mundo tiene que hacer como yo, pero las amenazas después se convirtieron en apoyo y he sentido, a partir de que nosotros tomamos la presidencia del club, un apoyo incondicional de los hinchas, de la ciudad, de las autoridades de la ciudad”, reflexionó.
Para culminar, se refirió a lo sucedido el viernes por la noche antes del partido con Sarmiento cuando el club homenajeó con una placa de reconocimiento a Giovani Lo Celso y no pudo hacer lo mismo con Di María porque no estuvo presente: “Los invitamos a los dos, pero Angelito no estaba en la ciudad y vino Giovani, que pidió que fuera adentro del vestuario. No sabemos por qué, pero lo respetamos. Estamos agradecidos igualmente”, indicó Belloso.