El peronismo unido, que en Rosario tiene como figura principal a Juan Monteverde, viene tejiendo alianzas con sectores que reivindican modelos populistas. Monteverde, respaldado por Juan Grabois —un dirigente que ha declarado su admiración por Hugo Chávez—, expresa esa línea política que intenta ocultar su identidad bajo una estrategia de unidad de sectores “progresistas”.
En paralelo, en San Lorenzo, el candidato Esteban Aricó encabeza una lista con fuerte presencia de estructuras sindicales kirchneristas, como se vio esta semana con la presencia de una empleada de la EPE militando con uniforme en barrios del norte de la ciudad. Esta práctica fue expuesta por SL24 y dejó al descubierto el uso del aparato estatal y gremial para condicionar el voto ciudadano.
AHORA. @mauriciomacri se mete en Rosario y pide el voto por @CaroLabayru y Unidos. En la lista, tras Damián Pullaro (2) y @pablogaviraok (3) está Anita Martínez (PRO). Con ella, la fuerza 🟡 que en 2017 arrasó con @RoyLopezMolina se juega seguir con representación en el Concejo. pic.twitter.com/0WeydyeZs2
— Hernán Funes (@HernanFunes) June 26, 2025
Desde SL24 entendemos que estas elecciones no son una más: se trata de resistir un intento de restauración kirchnerista que se esconde detrás de un mensaje de unidad, pero que en el fondo mantiene la misma lógica de privilegios, agresiones y gestión autoritaria.
El voto de este domingo en Rosario y San Lorenzo puede marcar la diferencia entre avanzar hacia un modelo de ciudad ordenada, transparente y con foco en el desarrollo o retroceder hacia una política basada en el clientelismo, la violencia y la utilización de recursos públicos para objetivos partidarios.
No es solo una elección local. Es una decisión de rumbo.
