La presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, María Soledad Aramendi, confirmó en entrevista con Marcelo Fernández su voluntad de participar activamente en política electoral, evaluando ser candidata a diputada nacional en los próximos comicios. Su objetivo: construir un espacio político desde el sector productivo que pueda “pechar” por reformas estructurales largamente demoradas.
“No es un capricho ni un impulso. Es la necesidad de construir soluciones que desde la política nunca llegan”, dijo Aramendi al explicar su posible salto a la política legislativa, diferenciando esta nueva etapa de su trayectoria gremial.
Inspirada en el modelo brasileño de “agrodiputados” —parlamentarios con fuerte anclaje en el campo que lograron incidir de forma directa en la agenda productiva de su país— Aramendi aseguró que en Rosario y en toda la provincia de Santa Fe se está gestando un espacio plural, que incluye empresarios, comerciantes, industriales, desarrolladores inmobiliarios y referentes de distintos sectores económicos, con el objetivo de dejar de esperar reformas y empezar a construirlas desde adentro del sistema.
“El sector privado ya no quiere mirar desde afuera. Está decidido a involucrarse para generar un verdadero cambio”, afirmó. Y aunque no confirmó aún su candidatura como cabeza de lista, admitió que “hay un deseo, y se está evaluando día a día”.
Aramendi aseguró que el movimiento en formación ya mantiene vínculos con sectores del partido Libertario y con otros espacios como Celeste y Blanco, con los que vienen trabajando desde el debate por la reforma constitucional santafesina.
Consultada sobre los tiempos, reconoció que el plazo para definir candidaturas de cara a octubre es corto, pero reiteró que la decisión política de avanzar ya está tomada, aunque aún se analiza si será ahora o en un proceso más a largo plazo. “Estamos evaluando hora a hora. No hay mucho tiempo, pero sí una firme decisión de proyectar una Rosario empresaria y una provincia con gestión real”, explicó.
Sobre el enfoque del nuevo espacio, deslizó un posible nombre tentativo: “Sembrando Libertad”, y aclaró que se trata de un proyecto con vocación nacional. “Queremos impulsar una agenda de reformas profundas: tributaria, laboral, sindical y previsional. Estamos perdiendo tiempo esperando un escenario ideal que no va a llegar. Hay que actuar”.
La aparición de Aramendi en escena, con respaldo de sectores productivos y empresariales, se da en un contexto donde la representación política del interior productivo busca recuperar protagonismo en el Congreso, algo que en Brasil supieron convertir en estrategia y aquí aún está en deuda.