Entrevista

Martín Morales: “El gremio no debe participar en política partidaria”

Martín Morales: “El gremio no debe participar en política partidaria”

Martín Morales Secretario Gremial de SOEA
El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) atraviesa uno de los procesos electorales más relevantes de su historia reciente. Tras una asamblea multitudinaria —la más numerosa desde el regreso de la democracia— quedó conformada la Junta Electoral que administrará la votación que definirá al próximo secretario general del gremio más influyente del cordón industrial.

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El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) atraviesa uno de los procesos electorales más relevantes de su historia reciente. Tras una asamblea multitudinaria —la más numerosa desde el regreso de la democracia— quedó conformada la Junta Electoral que administrará la votación que definirá al próximo secretario general del gremio más influyente del cordón industrial.

El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) atraviesa uno de los procesos electorales más relevantes de su historia reciente. Tras una asamblea multitudinaria —la más numerosa desde el regreso de la democracia— quedó conformada la Junta Electoral que administrará la votación que definirá al próximo secretario general del gremio más influyente del cordón industrial.

En ese contexto, Martín Morales, actual secretario gremial y candidato a conducir la organización, dialogó con EPA en una entrevista extensa donde abordó temas clave: el rol del gremio, el vínculo con las agroexportadoras, la agenda laboral, la salud de los trabajadores, la estructura sindical, la importancia de la formación y, sobre todo, la necesidad de que el sindicato no se involucre en política partidaria.

Esta nota reconstruye la conversación completa, alternando preguntas y respuestas con un análisis periodístico para contextualizar las definiciones más fuertes de Morales en un momento decisivo para el SOEA.

Una región estratégica, un gremio clave

Desde el inicio, Morales planteó el peso que tiene la organización aceitera en la economía nacional. No se trata solo de defender salarios: “Los aceiteros estamos en el corazón de la generación de divisas. Las empresas con las que tratamos —Bunge, Dreyfus, Renova— manejan herramientas técnicas y asesoramiento de primer nivel. Por eso debemos estar a la altura. La formación de delegados y dirigentes no es opcional, es una obligación”.

El planteo marca un punto central de su propuesta: profesionalizar la representación sindical, actualizarla a los tiempos que vienen e incorporar agendas globales como la OIT 2030, el empleo verde y las nuevas exigencias productivas.

Formación, negociación y nuevas habilidades

Morales explicó que la industria cambió, los trabajadores cambiaron y la dirigencia sindical también debe hacerlo.

—¿Qué habilidades necesita hoy un delegado o dirigente?

“Primero, conocer la legislación. Sin eso no hay negociación posible. Después, entender las nuevas herramientas que existen. La OIT tiene agendas enteras sobre trabajo decente, transición justa y empleo verde. Europa ya aplica políticas que acá todavía estamos tratando de discutir. Las empresas que operan en el cordón industrial ya usan esos marcos afuera. Hay que traerlos acá”.

La idea vuelve una y otra vez: formación, debate, actualización. Es uno de los ejes programáticos de su campaña.

Conciencia de clase y conciencia social

El segundo gran concepto que Morales desarrolló es más profundo: la conciencia de clase.

“Se perdió con los años —explicó—, con el individualismo, con lo líquido de esta época. Hay trabajadores que creen pertenecer a otra élite hasta que un día están despedidos y recuerdan que su único capital es su fuerza de trabajo. La historia demuestra que lo colectivo siempre defendió mejor los derechos”.

Pero a esa conciencia de clase suma otra dimensión: conciencia social. “Los trabajadores no somos turistas dentro de la sociedad. Aquí vivimos, nuestros hijos van a la escuela, usamos las calles, padecemos los camiones. Si no pensamos también en lo social, perdemos la perspectiva”.

Salud, prevención y condiciones de trabajo

Uno de los tramos más sólidos de la entrevista fue el de salud laboral. Morales admitió autocrítica y marcó un cambio de paradigma dentro del gremio:

“Antes, si un trabajador faltaba por enfermedad, se aceptaba el parte y listo. Hoy quiero saber por qué se enferma. ¿Cuánta hora extra hizo? ¿En qué puesto trabaja? ¿Qué lesiones se repiten? La gente se enferma trabajando, no en su casa”.

El diagnóstico es crudo: manguitos rotadores destruidos en descargas de vagones, problemas de columna, tendinitis, afecciones psiquiátricas por tareas repetitivas o espacios de confinamiento.

Su propuesta incluye:

  • Un médico de planta exclusivo del gremio, que comparta la perspectiva de los trabajadores.
  • Reforzar el trabajo de comités mixtos.
  • Políticas de prevención y no solo de tratamiento.
  • Debates sobre rotación, especialmente para trabajadores mayores.

“Un trabajador entra con dos manos y dos pies, y tiene que volver igual a su casa. No existe el ‘más o menos seguro’. O es seguro o no es seguro”.

Infraestructura, caminos y tejido social

La discusión por las tasas viales y el mantenimiento de caminos —hoy uno de los debates más calientes del cordón industrial— también ocupó parte de la charla. Morales evitó tomar partido, pero introdujo la mirada desde el lugar del trabajador:

“Es un tema social: los vecinos de Timbúes, de Puerto, de San Lorenzo conviven con miles de camiones. La discusión debería ser cómo mejorar la vida de la gente”.

El sistema de salud del gremio y su impacto social

Morales destacó como se logró la puesta en valor del Centro de Salud del sindicato, sobre todo por la instalación de una guardia pediátrica abierta también a la comunidad.

Pero sostiene que el próximo paso es más ambicioso: trabajar salud desde la prevención dentro de las plantas. “Hay que dejar de pensar la salud como algo que se atiende cuando aparece el problema”.

Relación entre trabajadores, empresas y Estado

En la charla surgió un análisis interesante sobre la sustentabilidad económica de ciertas reformas. Morales puso el ejemplo de la carga de vagones: “Si un trabajador está 20 años haciendo fuerza extrema en un espacio reducido, es obvio que se lesiona. Hay que pensar entrenamientos específicos, rotación, límites de edad para ciertas tareas”.

Y agrega algo que no suele decirse: “La agenda 2030 ya se aplica en Europa con estas mismas empresas. Si lo hacen allá, lo pueden hacer acá”.

Reforma laboral y empleo registrado

Cuando fue consultado por la modernización laboral anunciada por el Gobierno nacional, fue contundente:

“El gobierno dice que las pymes se funden por la legislación laboral. Busquen una noticia donde una pyme se haya fundido por una ley. El problema es el empleo registrado, no los derechos. La reforma es regresiva en todos los puntos”.