La seguridad en San Lorenzo muestra una mejora concreta: en las últimas semanas, los hechos delictivos registraron una baja significativa, especialmente en zonas céntricas y algunos barrios que venían siendo golpeados por robos reiterados. El punto de quiebre fue la detención de la banda conocida como “Los Silvera”, un grupo de delincuentes con amplio prontuario que tenía como práctica criminal romper vidrieras de locales comerciales y cometer hurtos desde los techos de viviendas.
Si bien el operativo que permitió su captura se produjo hace varias semanas, lo destacable es el impacto sostenido de esa acción: no solo fue clave el accionar policial, sino también la actitud de algunos fiscales que, con pruebas firmes, lograron sostener las prisiones preventivas de los involucrados, muchos de ellos con entre 10 y 15 causas previas.
El trabajo articulado entre patrullajes proactivos, vigilancia en puntos sensibles y una recolección de pruebas eficiente permitió llevar a Tribunales un caso armado con la solidez suficiente como para evitar la puerta giratoria.
Vecinos del centro y comerciantes que habían sido víctimas de roturas y saqueos durante la noche destacan que la situación cambió. En los barrios donde los “salta techos” actuaban casi con impunidad, también se notó una baja en la frecuencia de los delitos.
La combinación de prevención territorial y actuación judicial efectiva parece dar resultados. No se trata de una solución mágica, pero sí de una línea de acción concreta que devuelve tranquilidad y muestra que, cuando el Estado articula bien sus herramientas, el delito puede retroceder.

En un clima general donde la inseguridad sigue siendo un tema central en muchas ciudades de la provincia, San Lorenzo logra despegarse de la estadística y consolidar una tendencia alentadora.