El consumo de carne en Argentina se derrumba con respecto al mismo período de 2023, sumado a que también se redujo la producción. En marzo la baja fue de un 30 por ciento y eso generó como dato un promedio de 40 kilos por persona al año. Por otra parte, las exportaciones alcanzaron las 79.000 toneladas con un crecimiento del 21 por ciento en este 2024 que sería récord, según las proyecciones.
Los datos oficiales indican que en el primer trimestre la caída fue del 18,5 por ciento con motivo de la recesión económica y el fuerte ajuste implementado por el presidente Javier Milei con precios que no están al alcance de una gran parte de la población que se traduce en las cifras brindadas por la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Además hubo un ajuste en la oferta para el mercado interno con motivo de la disminución en la faena y elaboración de carne que se ubicó en el 8 por ciento. Como consecuencia del incremento en los costos, tanto en pesos como en dólares, produciendo negociaciones pocos propicias en el sector, al punto de poder generar un perjuicio para la actividad.
Y más allá del aumento en las exportaciones, la realidad indica que China, el país que se queda con el 80 por ciento del mercado, está abonando con precios muchos menores que en 2023, llegando a una diferencia del 20 por ciento. Sumado a que reducirían la compra de carne vacuna argentina por diferentes motivos, entre los cuales se encuentra su propia producción porcina que viene en aumento.