Mayoraz fue clave en el armado judicial para que los estibadores de la lista Celeste y Blanca pudieran tomar el control de la Cooperativa de Trabajos Portuarios derrocando a Herme “Vino Caliente” Juárez. El diputado, ahora autopercibido libertario de Milei, hizo lobby en la Cámara de Federal de Rosario para que las elecciones en la entidad cooperativa se realicen con los 120 socios originales y no dar posibilidad de asociarse a los más de 600 estibadores que llevan décadas relegados y precarizados.
La elección de Amalia Granata para encabezar la lista de diputados en la provincia de Santa Fe por el espacio de la Libertad Avanza es la peor noticia que podía recibir el diputado Mayoraz. El abogado rosarino había logrado ingresar como legislador enganchado de la lista que encabezó en 2019 la ex vedette, una vez sentado en la banca Mayoraz rompió el bloque para intentar acaparar poder por fuera de Granata.
Gestión en la Cooperativa y el SUPA
Nicolás Mayoraz ingresó a la Cooperativa para manejar desde las sombras los destinos de la entidad y así poder devolver favores políticos a quienes lo ayudaron a ganar la pulseada contra la intervención de la entidad que lideraba la UBA. Los favores se iban a devolver con la nominación de empresas de estiba que puedan tener la “aprobación” del SUPA para brindar servicio de estiba, esta jugada comenzó a ejecutarse en noviembre del año pasado, cuando los estibadores hicieron una asamblea falsa para echar a las empresas Milisenda y SAP. Y con este paso despejaban el camino para armar un monopolio con empresarios amigos.
El brazo ejecutor de la estrategia de Mayoraz es otro abogado y político en funciones, Federico Jolly, concejal de la ciudad de Perez. Es él quien negocia con la Cámara de Puertos Privados las condiciones del mercado de estiba, en el verano estas negociaciones se tensaron con paros y piquetes para poder presionar y que empresas amigas lleguen a la región. La operación fue tan torpe y evidente que los empresarios se dieron cuenta apenas arrancaron, muchos de ellos aseguraban que no comprendían la torpeza y poca preparación que Jolly demostraba en cada reunión.
El fracaso de las negociaciones hizo que la estiba vuelva a ser un negocio monopólico en manos de la Cooperativa de Trabajos Portuarios desde hace ya cerca de 5 meses, situación que acumula varias denuncias en la Justicia Federal. La semana próxima, los sindicalistas se verán las caras en el Ministerio de Trabajo con los empresario expulsados por denuncias falsas de deudas previsionales, que son Milisenda y SAP. Todo esta en foja cero y Mayoraz se quedó sin armado político que le ayude a renovar su banca.
