El presidente electo de la Argentina se forjó sin un aparato político y económico que lo apoye y financie logrando ser el más votado de la historia moderna de la democracia Argentina. La construcción de su imagen se forjó con Tik Tok manejado por un grupo de seguidores motorizados por el compromiso de las ideas libertarias.
Los más de 14 millones de votos de Milei enfrentando al aparato mediático y político más costo y robusto del que no se tenga registro, construido para intentar romperlo y consolidar así dos décadas de un nuevo kirchnerismo con un nuevo líder, Sergio Massa, rompen para siempre una forma de hacer política en la Argentina.
Este resultado es una bisagra en la política Argentina que se contagia para todo el territorio nacional.
Milei en todas las localidades del departamento San Lorenzo logró sacar sin excepción más del 60% de los votos válidos sin pegar un sólo pasacalle, sin un acto y sin el apoyo de ningún dirigente de peso. Para poder ponerlo en perspectiva en el balotage del 2015 donde Macri se consagró presidente de la nación enfrentando a Daniel Scioli, ambos dirigentes tenían aseguradas la territorialidad en los aparatos del partido Radical y el Peronismo.
La posibilidad que un ciudadano se construya como dirigente político y ponga en jaque a cualquier estructura territorial clásica de la política local con recursos mínimos, tan mínimos como una cuenta de Tik Tok, comienza a desvelar a los dirigentes y la arquitectura del poder toda. La democratización de la comunicación es en mi opinión uno de los avances más disruptivos para la construcción de nuevas mayorías que hasta ayer eran minorías sin posibilidades estructurales de llegar. “Cacho” Calarotta, un dirigente histórico de la izquierda sanlorencina, se paró durante al menos 2 décadas en la esquina de los bancos con un megáfono para que la gente que iba al banco pudiera escuchar las ideas de su movimiento político, hoy “Cacho” con buen contenido de redes sociales podría amplificar la llegada de sus ideas por cientos de miles de ciudadanos. Como el de Milei es un caso éxito en San Lorenzo hay un caso de fracaso, no por la penetración de su comunicación con el uso de plataformas de redes sociales sino por sus ideas y agresividad, que es el de Marcelo Remondino concejal de la ciudad que intentó renovar su banca con una estrategia de videos en su cuenta de Instagram y Tik tok pero la gente decidió no acompañarlo.
Las plataformas sociales a diferencias de los medios de comunicación tradicionales como radios, televisión o medios digitales concentran audiencias de todos los rangos etarios. La posibilidad de un chico de 13 años pueda ver lo mismo que su abuela de 65 depende exclusivamente de los algoritmos desarrollados por Meta o Tik Tok, para tomar dimensión Meta asegura en foros especializados que no sabe como se auto indexan sus algoritmos. Milei logró que sean sus seguidores los que capilarizen los contenidos multiplicando las audiencias por millones, especialistas aseguran que los contenidos promedio del nuevo presidente representan 40 puntos de raiting de prime time de televisión multiplicado por 600, un delirio aterrador para la casta.
