Molienda de cereales y oleaginosas creció 25%; pero elaboración de agroquímicos y venta de semillas, siguen cayendo

La producción industrial de alimentos creció, en septiembre, casi 7% respecto a igual período de 2014. En contraposición, disminuyó la fabricación de agroquímicos y los semilleros están a un paso de la bancarrota


Según el Estimador Mensual Industrial (EMI), publicado anteayer por el Indec, la producción de alimentos y bebidas durante el mes pasado se elevó 6,7% respecto a igual período (septiembre) del año anterior.

Esto es impulsado fuertemente por la molienda de granos. Es que el procesamiento de cereales y oleaginosas, según el organismo estadístico, creció 25,2%, acumulando en los primeros nueve meses del año un incremento del 7,6% en la producción.

También aumentaron, aunque con más moderación, la producción de carnes rojas y blancas. Las primeras mostraron un aumento, el mes pasado, del 2,6%, en tanto que las segundas subieron 1,6%. En lo que va del año, la suba acumulada de carnes rojas llegó al 2,4%, mientras que la de carne aviar fue del 3,7%.

La producción de alimentos en general alcanzó, también en septiembre, el nivel más alto de utilización de capacidad instalada en todo el año con un 76,9%. De esta manera deja atrás el desconcierto que reinaba durante el primer semestre, donde el empresariado “aguantaba” una capacidad ociosa que trepó al 50%, especialmente, en el polo agroexportador.

Por el contrario a este panorama, la producción de agroquímicos se mantiene en baja. Este segmento cayó 12,5% y acumula una baja, desde enero, de 7,2%.

La oferta de agroquímicos podría mejorar algo con el inicio de la próxima campaña gruesa, aunque algunos no son tan optimistas. Igual, al menos, ese repunte se concretaría, aunque quizás no alcanzando los índices estimados.

A pesar del anuncio de una nueva cosecha gruesa récord, la fabricación de agroquímicos va en baja. ¿Por qué?  Algunos entienden que la opción por plantar soja en desmesurada cantidad hace que se prescinde de dicho material; es que la soja es más resistente que otros granos, y a la par del crecimiento del área sembrada con esta oleaginosa, decrece la de otros nóveles productos, como maíz y trigo, que requieren más provisión de agroquímicos para mejorar sus rindes.

Un panorama similar se visualiza en la producción y desarrollo de semillas.

Los principales semilleros mantienen una ya alarmante atención sobre los niveles de ventas. Importantes firmas analizar seguir invirtiendo para desarrollar sus productos, pues la ecuación económica no les cierra. Es que maíz y trigo, por ejemplo, son cada menos demandado.

Por lo visto hasta acá, el monocultivo de soja es un hecho ratificado, pero esa decisión avalada por muchos productores, debería ser revisada. No solo para el sostenimiento de la industria que rodea al campo, sino también, para el sostenimiento de las economías regionales de la pampa húmeda.

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