Aruká Juma, último guerrero sobreviviente del exterminado pueblo indígena brasileño Juma, falleció este miércoles por causa del coronavirus.
Aruká, de entre 86 y 90 años, falleció en un hospital de Porto Velho, un municipio al norte de la nación, a donde fue trasladado el pasado 2 de febrero tras presentar dificultades respiratorias y complicaciones por covid-19.
El guerrero fue diagnosticado con coronavirus a mediados de enero, junto con 12 familiares. El 17 de ese mes fue llevado al Hospital Regional de Huamaitá, en el estado de Amazonas, y de allí, por su estado grave, fue remitido a Porto Velho.
Hace aproximadamente 300 años, su comunidad indígena estaba compuesta por unas 15.000 personas. Una serie de masacres, a manos de mineros y hacendados, redujo drásticamente su población.
Para el año 2002 quedaban solo cinco personas: un padre con sus tres hijas y una nieta. Ante la falta de hombres, las hijas de Aruká se casaron con miembros de un pueblo vecino, el Uru-Eu-Wau-Wau, por lo que cualquiera de sus descendientes ya no se considera linaje puro de los Juma.