Mirada de especialistas

El desafío de los 40 pies: advertencias técnicas sobre el pliego de la Vía Navegable Troncal

El desafío de los 40 pies: advertencias técnicas sobre el pliego de la Vía Navegable Troncal

Gustavo Deleersnyder, práctico del río Paraná, expuso en Up River de Fisherton Plus los riesgos operativos del nuevo pliego para la hidrovía. Advirtió que aumentar el calado sin rediseñar el canal podría generar más accidentes y costos elevados para el sistema.
Gustavo Deleersnyder, práctico del río Paraná, expuso en Up River de Fisherton Plus los riesgos operativos del nuevo pliego para la hidrovía. Advirtió que aumentar el calado sin rediseñar el canal podría generar más accidentes y costos elevados para el sistema.

Durante una emisión reciente del programa Up River, de la señal Fisherton Plus, Gustavo Deleersnyder, práctico del río Paraná y reconocido experto en navegación, realizó un análisis técnico sobre las implicancias del nuevo pliego de licitación de la Vía Navegable Troncal. El especialista señaló que el objetivo de llevar la profundidad del canal a 40 pies presenta importantes desafíos técnicos que, si no se abordan correctamente, podrían derivar en mayores costos y riesgos operativos.

“El objetivo puede ser que los barcos salgan completos desde Up River, pero si no se hace bien, el peaje será mucho más caro y el sistema se volverá inseguro”, explicó Deleersnyder. En sus palabras, el pliego actual adolece de un enfoque superficial, sin considerar las complejidades técnicas de la navegación en el río Paraná.

Uno de los puntos más críticos es el margen de seguridad bajo la quilla, que el pliego propone reducir a 60 centímetros. “El margen de seguridad es la distancia mínima entre la profundidad efectiva del canal y el calado del buque. Reducirlo, sin ajustar el diseño del canal, puede generar un aumento en los accidentes o varaduras”, advirtió. Este riesgo se agrava por el fenómeno del “factor de bloqueo”, que hace que los barcos más anchos ocupen más espacio en el canal, aumentando el hundimiento por la presión del agua.

Además, Deleersnyder subrayó que el diseño actual del canal no está adaptado a los nuevos tamaños de buques. “El canal fue pensado para barcos Panamax con 32 metros de ancho, pero hoy es habitual encontrar buques de 38 metros. Este cambio no está contemplado en el pliego, lo que genera serias dificultades en las maniobras de navegación”, explicó.

Otro punto clave es la señalización física, como boyas y balizas, indispensable en tramos estrechos y con cambios de rumbo pronunciados. “El pliego anterior tenía un número fijo de boyas, lo que nos obligaba a retirar unas para colocar otras en casos de crecientes o bajantes. Esta rigidez es inaceptable en un sistema tan dinámico como el Paraná”, afirmó.

Deleersnyder también recordó su participación en un pliego elaborado durante el gobierno de Mauricio Macri, que incluía consultas con actores de la industria y abordaba estos desafíos. “Ese pliego contemplaba márgenes de seguridad adecuados, señalización flexible y tecnologías modernas. El actual no plantea nada de esto”, lamentó.

El especialista concluyó con una advertencia contundente: “Lo que parece una solución para bajar costos podría traducirse en un aumento de accidentes, bloqueos del sistema y gastos innecesarios. Hay que diseñar un canal más ancho y ajustado a la realidad operativa”.

Las declaraciones de Deleersnyder en Up River resaltan la necesidad de una revisión integral del pliego, con un enfoque técnico que priorice la seguridad y la eficiencia en la hidrovía más importante del país.