La muerte de Araceli y el recuerdo de Rocío, la joven que vivió el mismo horror en San Lorenzo

Argentina otra vez está conmocionada por un aberrante femicidio. Araceli apareció muerta, descuartizada y enterrada en cal. Rocío Daiana Gómez tuvo el mismo final y su asesino fue condenado a 15 años de cárcel.


El 26 de febrero de 2011 Rocío Daiana Gómez, de 17 años, se fue de la casa de sus padres, de San Lorenzo. Consigo llevaba un puñado de pertenencias y a su pequeño hijo, de 14 meses. Se comunicó con su madre un día después para pedirle que llevaran la moto que se había comprado hasta la granja de calle Valle Hermoso, Rosario. Norma, mamá de Rocío, fue con su marido. Los trataron bien, les ofrecieron un refresco, mientras comenzaban a llenar los papeles para la venta del rodado, que estaba a nombre de Norma porque su hija era menor.

En ese marco, la mujer vio a su hija y a su nieto en el fondo de la casa, y cuando les pidió que se acercaran, la amabilidad con la que había sido tratada hasta ese momento cambió en forma rotunda.  Según relató la mujer, Juan José Lazo sacó un arma de fuego y le empezó a gritar a Norma. Cuando su marido intentó intervenir, le pegó a él un culatazo en la cabeza y tanto a ella como a su hija las sometió sexualmente.

Luego, el dueño de casa, acompañado de su hermano y otras personas, maniató a su marido y le puso una bolsa en la cabeza, mientras que ella fue obligada a firmar varios papeles. Cuando terminó este incidente, su hija y nieto ya no estaban, y nadie les supo decir qué había pasado con ellos. La pareja se fue del lugar, no sin antes recibir amenazas de muerte si contaban lo sucedido.

Tras esto, la familia de Rocío radicó la denuncia en el Juzgado de Instrucción 14ª, a cargo de María Laura Sabatier, y luego se marchó a la provincia de Buenos Aires, donde tienen familiares, para ver si la adolescente se había marchado hacia allá y también porque tenían miedo de que les pasara algo malo.

Al tiempo volvieron a San Lorenzo, pero no tenían noticias de Rocío y su hijo, hasta que el domingo 8 de mayo Kevin fue hallado por un hombre en un descampado de la ciudad de San Nicolás.

Según relató el hombre en sede policial, iba en su moto y, al llegar a 1º de Mayo y Ugarte, vio a un nenito que caminaba solo. Ante la sospecha de que sus padres estuvieran cerca, se acercó, lo alzó, y en ese momento vio cómo un auto con vidrios polarizados salía a toda velocidad.

El niño, ante esta escena, señaló al rodado, y decía “mamá, mamá”, como si ella estuviera en el interior, especuló. El chiquito, tras ser revisado por médicos, fue entregado a su abuela, quien a mediados de mayo se presentó en Tribunales y amplió la declaración dada en su momento.

Un llamado anónimo y un hallazgo macabro

Un frío viernes de agosto llegó la peor noticia. Luego de más de cinco meses de búsqueda, un llamado telefónico anónimo advirtió a la Policía de San Lorenzo que Rocío había sido asesinada y enterrada en una vivienda precaria, ubicada en Martín Fierro al 600. Ante esto, policías de Unidades Especiales de San Lorenzo solicitaron una orden de allanamiento y excavación para el lugar denunciado, y alrededor de las 7 del sábado irrumpieron en el predio, conformado por una vivienda de madera, un galponcito y otra construcción sin terminar, junto con personal de Bomberos Zapadores de San Lorenzo y Rosario y la sección Perros dela UR II.

“Casi al fondo de un galpón vemos una losa de una coloración diferente al resto del piso, como que había sido colocada en forma reciente. Daba la impresión de que era la tapa de un resumidero o pozo ciego, porque tenía un agujero y un tubo, por lo que decidimos meter una varilla para medir la profundidad del supuesto pozo”, refirió un pesquisa.

Pero la profundidad no superó los15 centímetros, por lo que decidieron levantar la losa. Lo primero que les llamó la atención a los pesquisas es que el bloque no estaba pegado sino apoyado en el piso y debajo había mucha tierra removida recientemente.

“Más o menos a 40 centímetros de profundidad encontramos una capa de cal hidratada, todavía blanda”, relató un vocero.

“Se decidió seguir excavando y al llegar a los 2,70 metros de profundidad encontramos una segunda capa de cal, más gruesa que la anterior. Y debajo restos óseos humanos”, agregó la fuente.

Por la acción de la cal, los restos carecían de prendas de vestir o algún otro elemento que permitiera identificar si se trataba de una persona mayor o joven.

El lugar donde fueron hallados estaba alquilado por Juan José Lazo, quien al igual que su hermano se mantenía prófugo.

Luego de 3 años, Lazo fue encontrado culpable de la muerte de Rocío y sentenciado a pasar 15 años en la cárcel.

 

 

 

 

 

 

 

 

Norma, la madre de Rocío

 

El caso Araceli

El fiscal Marcelo Lapargo confirmó lo que desde el jueves por la noche ya era un previsible triste final: el cuerpo de la mujer encontrada bajo escombros era el de la joven Araceli Fulles. El cadáver fue hallado en la casa de un hombre que había tenido relaciones con ella y desapareció, casualmente, al momento del allanamiento que culmina con el descubrimiento del cuerpo de Araceli.

El prófugo es Darío Gastón Baradacco y habría sido el último que vio a la joven con vida. Hay más datos que lo convierten en sospechoso. Se encontró ADN de Araceli en el camión que usa para los repartos del corralón en el que trabaja. Su ocupación también se puede vincular con el lugar donde fue encontrado el cadáver de Araceli.

Durante el allanamiento en el domicilio de José León Suárez, uno de los perros entrenados se inquietó visiblemente al entrar a una precaria construcción en la parte trasera. Allí, bajo cal, escombros y una capa de cemento de colocación reciente había partes del cuerpo de la mujer.

Fuentes: Archivo Diario El Ciudadano / SL24 / Infobae

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