San Lorenzo

No cuidan lo que tiene: Yuyos altos en una Avenida reconstruida a nueva

Algunos comerciantes parecen no ser capaces de cortar el escaso pasto que crece en los canteros. No son todos, ya que la mayoría apuesta a embellecer este Paseo Comercial cuyo costo absorbió la Municipalidad


¿Dejadez o desidia? Vaya uno a saber lo que le pasa por la cabeza a algunos comerciantes de la Avenida San Martín que ni siquiera son capaces de cortar dos yuyos locos que crecen en los coquetos canteros que se instalaron en la remozada vía comercial sanlorencina.

Hace un par de años, la Municipalidad impulsó el proyecto de transformar esta tradicional arteria en un Paseo Comercial a Cielo Abierto, y lo dotó de nuevas y unificadas veredas, renovó su iluminación y hasta remozó el cantero central.

Además de disponer de mobiliarios y los mencionados canterios, a los que incluyo les puso plantas con flores.

Todo ello tuvo como objetivo dotar al sector de mejoras urbanísticas que impulse un crecimiento en los niveles de venta. De hecho, ninguna otra localidad del Cordón Industrial posee un centro comercial como el sanlorencino, ahora más embellecido.

La obra, que tuvo costo cero para los frentistas, constituyó una herramienta importante para el sector, pero se supone que son esos mismos comerciantes los encargados de mantener tales mejoras.

Para algunos pareciera que no. El desinterés lo muestran frente a sus propios locales comerciales. Incapaces siquiera de mantener limpio y embellecido este Paseo, si siquiera se les ocurre cortar los dos o tres yuyos que crecen en esos canteros, a la par de las plantas.

Con el paso de los días, y más en en verano, los dos yuyos locos se transformaron en un yuyal.

Otro dato no menor para dimensionar el escaso compromiso de algunos es que ni siquieran riegan esas plantas, con lo que, a la larga, se secan.

¿Esperan que la Municipalidad se encargue de todo?

Lo dicho, estos casos son los menos, pues la mayoría mantiene las plantas y flores que convierten a la arteria en el Paseo que se proyectó.

Siempre se está tiempo de reflexionar y de cambiar actitudes.

 

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