Fianza millonaria

«No estaba claro el delito de desobediencia», dijo el juez sobre causa Vicentin

"Aunque las acciones de Renova nunca salieron del patrimonio de Vicentin, sí entendí que esa manera de presentar la información, no del todo clara, no era casual y por esa razón aumenté la caución en 500 mil dólares", justificó Foppiani sobre la causa que involucra al presidente de la empresa.


«Yo entendí que si bien no estaba claro el delito de desobediencia, porque en definitiva las acciones de Renova nunca salieron del patrimonio de Vicentin, sí entendí que esa manera de presentar la información, no del todo clara, no era casual y por esa razón aumenté la caución en 500 mil dólares», dijo el juez Nicolás Foppiani sobre la resolución de haber dejado en libertad a Oscar Scarel, el presidente de Vicentin imputado el miércoles pasado.

«Lo que me tocó resolver a mí es si Scarel quedaba en prisión preventiva o podía continuar el proceso en libertad», explicó Foppiani en diálogo con Cadena 3. «Entendí que había maneras alternativas a la prisión preventiva de mantener el proceso vigente. Scarel recuperó la libertad con una caución que aumenté a 500 mil dólares porque entendí que, si bien no estaba claro que hubiera cometido un nuevo delito, había elementos que daban a pensar que existía cierto riesgo procesal por operaciones que no eran del todo claras», amplió.

Consultado sobre si los fiscales Miguel Moreno y Sebastián Narvaja se excedieron al detener el lunes al directivo de Vicentin, respondió que «está dentro de sus facultades y tienen un rol que es acusar e impulsar la acción penal. Lo que hicieron es legal y está dentro de sus facultades. Una medida como ésa se trata luego en una audiencia donde un juez debe resolver. En este caso me tocó a mí pero podría haber sido otro. Tuve que considerar tanto la posición de la Fiscalía como de la defensa y, en este caso, también de la querella. Consideré que no era necesario mantener a la persona detenida», ratificó.

También advirtió el juez Foppiani que «muchas de las cosas que se trataron en esta audiencia excedían la competencia del ámbito penal, y yo soy juez penal. Entendí que el fiscal Narvaja tenía razón cuando describió el laberinto de información que había en esa propuesta que estaba subida a la página de internet del concurso; en el medio de esa información farragosa había una propuesta de vender acciones de la empresa Renova. Esto, para los fiscales, implicó una desobediencia. Yo entendí que, si bien no estaba claro el delito de desobediencia porque en definitiva las acciones de Renova nunca salieron del patrimonio de Vicentin, entendí que esa manera de presentar la información, no del todo clara, no era casual y por esa razón aumenté la caución en 500 mil dólares».

Por último, Foppiani se refirió a lo expuesto por los fiscales de la causa, sobre que Scarel incurrió en una situación dolosa al presentar la información del hecho investigado. «Yo dije que sería ingenuo creer que esto era una casualidad. No me atrevería a afirmar que existía una conducta dolosa porque ya desde el punto de vista penal eso tendría un cariz distinto y hay que ser cuidadoso con las palabras, sobre todo porque uno se estaba refiriendo a una resolución judicial. Lo que sí creo es que, en definitiva, la venta de esas acciones nunca podrían haberse materializado sin que saltaran las alarmas de los organismos a los cuales se notificó en su momento la decisión de innovar, por eso entendí que no estaba claro que se hubiera configurado un delito de desobediencia».

Comentarios