El mundo del revés

«No inscribimos más alumnos porque no disponemos más bancos»

Lo reconoció el director de la tradicional escuela técnica de oficios en San Lorenzo. Y en las otras pocas existentes en la región sucede un panorama similar


«No podemos inscribir más alumnos porque la capacidad de la escuela está completa».

La frase corresponde a una información que dio a conocer el director de la escuela nº 477 Combate de San Lorenzo, de la localidad homónima, que tiene como especialidad diferentes oficios de orientación técnica.

Y reconocer algo así en una región distinguida como el Cordón Industrial, con decenas de fábricas instaladas, es como estar en el mundo del revés.

¿Qué pasa con esos estudiantes que quieren ingresar al primer año de este establecimiento educativo y no pueden por la falta de cupos? Quedan en listas de espera, donde pueden permanecer hasta siempre, pues es muy difícil que se haya anotado para iniciar el ciclo lectivo renuncie ante de empezarlo.; ergo, esos chicos deben abandonar la idea de perseguir una preparación de ese tenor y acudir a otra escuela con modalidad de bachiller o perito mercantil.

La escuela nº 477 es la única con esa especialidad en San Lorenzo. En esta localidad también está la escuela nº 672 (tecnicatura en administración y gestión de las organizaciones y tecnicatura en química) y en Capitán Bermúdez la escuela nº 293 (tecnicatura en química). Más recientemente se habilitó la escuela nº 712 (tecnicatura en electricista), pero todas se hallan en una situación similar.

En este contexto es simple deducir que la demanda supera la oferta. Y que en un Cordón Industrial que se jacte de tal, con constante demanda por recursos humanos para sus establecimientos industriales sea necesario una mayor preparación profesional. Y para eso, que mejor que partir de la escuela. Y que mejor aún es formar a ese futuro operario en la región.

Sin embargo para las autoridades encargadas de la materia, no parece ser suficiente motivo para desplegar una política educativa con mayor contención de aquellos chicos que apuestan por estudiar una especialidad técnica y en la región. Y tampoco parece ser prioridad para el Ministerio de la Producción por preparar y satisfacer esa constante demanda laboral que imprimen las industrias de la zona.

Hay algunas «patriadas» que suelen hacer algunos, como el intendente de Puerto San Martín, Carlos de Grandis con la decisión de una delegación del politécnico y una agroindustrial dependientes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). O la de su par de San Lorenzo con un centro de capacitación municipal, la de la Uocra sanlorencina, con una escuela taller de oficios, o la de una de las empresas con intereses en la zona, como pampa Energía, que acompaña con becas el estudio de esos alumnos.

Pero está claro que con eso no alcanza. El panorama desnuda una falta de planificación y decisión política del gobierno provincial que a pesar del paso de los años y los cambios de bandería política en su conducción mantienen una deuda que no saben como saldar.

Alejandro Romero

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