Los nuevos gremialistas del SUPA se presentaban en sociedad como dirigentes honestos que tenian la misión de ayudar a los afiliados al sindicato, algo que parece haber echado por tierra en la primer gran movida que llevaron adelante con piquetes y amenazas de paros.
Los gremialistas y sus asesores miembros de la política provincial, uno de ellos Nicolás Mayoraz -diputado provincial y hombre de Milei en Santa Fe y el otro Federico Jolly – concejal de la ciudad de Perez por el espacio de Cambiemos – impusieron de forma mafiosa quienes pueden o no trabajar en los puertos del cordón industrial. La empresa elegida casualmente tienen relación con lo peor de la mafia portuaria según denunció Florencia Arietto en SL24.
Consultado el ex Ministro de Transporte de la gestión de Mauricio Macri sobre la situación que se vive en la región aseguró “cuando llegamos al gobierno en el 2015, nos encontramos en los servicios de estiba de los puertos de Puerto General San Martín y otras localidades cercanas, con un monopolio que encarecía año tras años los costos de operación. Estas distorsiones avaladas por el gobierno nacional de aquel entonces, siempre termina perjudicando a los productores de todo el país, enriqueciendo a algunos vivos”, agregó “cómo en todos los sectores (aéreo x ejemplo) generamos las condiciones para que haya competencia, buscando también así, al aumentar la actividad y que se genere más empleo. A pesar de la resistencia inicial de sectores sindicales se pudo avanzar”.
En relación al accionar de las nuevas autoridades del SUPA Dietrich afirmó “hoy, como en tantos otros sectores se está retrocediendo, limitando la competencia, y generando distorsiones que las pagará nuevamente los productores de todo el país. Vemos una inacción o eventual complicidad del gobierno nacional, al igual que ha sucedido con otros sectores, como el aéreo y el ataque a las low cost, o la reducción dramática de los vuelos internacionales en rosario, en este marco no es adaptable que SUPA en PGSM, se arrogue el derecho de dicidir que empresa trabaja o no en las terminales bajo amenazas del paro de actividades. Concretamente hoy hay solo tres cuatro empresas (dos de ellas con aparente vinculación con el sindicato) que pueden operar en dichos puertos. La Argentina a la q tenemos que ir es la de la competencia, generación de empleo, y que no existan las prácticas violentas y coercitivas de sindicatos o de de grupos de poder. En este caso significa la apertura a toda empresa con capacidad operativa y equipamiento para trabajar”.
La agroindustria se encuentra muy preocupada por la situación y tienen claro que sin un cambio de timón fuerte todo lo malo que esta disimulado puede salir a la luz y concretarse el peor escenario para toda la región.