Además de la apuesta por armonizar las variables de precios y salarios el acuerdo
La inflación avanza y amenaza con llevar todo al diablo. Por eso el gobierno nacional inicia mañana una serie de reuniones con empresarios y sindicalistas a fin de sostener una política que contenga los valores tanto en los precios de la mercadería de uso y los calores de los salarios.
Fuera de los detalles técnicos, hay otros políticos. Y en eso se analiza que la convocatoria a gremialistas sea lo más amplia posible para no generar resquemores, lo cual no es sencillo, pues deberá sentar a la CGT en un pie de igualdad con otras organizaciones que no están dentro del confederal, pero son “aliados” del presidente.
Lo cierto es que Hugo Moyano es un hecho que estará en esa mesa y otro de los invitados será el líder de una de las dos CTA: Hugo Yasky. Otros podrían ser Ricardo Pignanelli (Smata) y Sergio Palazzo (Asociación Bancaria), alejados de la estructura formal.
La CGT estaría representada por sus líderes más tradicionales, encabezados por Héctor Daer y Carlos Acuña, más Armando Cavalieri (Comercio), Antonio Caló (metalúrgicos, UOM), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Jorge Sola (Seguros) y los gremios del transporte, entre otros.
En el Gabinete económico y en el entorno de Hugo Moyano confirmaron anoche la participación del camionero. El gremialista estuvo la semana pasada en la Casa de Gobierno para dialogar con Alberto Fernández junto con la cúpula de su sindicato y representantes de cuatro cámaras patronales del transporte. Fue una demostración de fuerza que tenía como objetivo negociar beneficios impositivos para la actividad, y que llegó al punto de que estuviera entre los invitados el hijo menor del ex jefe de la CGT, Jerónimo Moyano.
Cabe citar que en la región, la CGT San Lorenzo se halla enrolada dentro de la línea del moyanismo. El anteaño pasado organizó un acto en el que fue su figura principal Pablo Moyano, uno de los líderes del “viejo” camionero.