El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que en 2020 el complejo agroexportador tuvo un retroceso en materia de colocación de productos en el exterior y que en total sumó 2.078 millones de dólares.
Ese volumen representó una caída de 12,3 por ciento, respecto a 2019.
En detalle, dentro del complejo industrial sojero, la producción de harinas retrocedió 11,4 por ciento y la de biodiesel, 39,6 por ciento.
Por el contrario, el aceite subió 11 por ciento.
En cuanto al embarque de productos crudos, también cayó, en este caso, 32,5 por ciento.
Así y todo volvió a constituirse en el número 1 del ranking exportador criollo, concentrando 27,1 del total, con 14.865 millones de dólares.
En cuando al complejo cerealero, totalizó ventas por 9539 millones de dólares, con una participación del 17,4 por ciento.
Allí sobresale el maíz con un crecimiento de 2,1 por ciento y 6.151 millones de dólares de recaudación.
El trigo, por su parte, alcanzó exportaciones por 2.471 millones, lo que supuso una contracción interanual de 12,9 por ciento, mientras que la cebada cayó 27,1% y el arroz 9,7%.
Todos estos cereales casi no tienen valor agregado, y para la zona adquieren significación para sostener las cargas laborales portuarias.
Por el contrario, la soja es el eje de buena parte de los puestos de trabajo en el Cordón Industrial de la mano de las industrias aceiteras.