En un contexto donde las decisiones económicas personales impactan cada vez más en la calidad de vida, el concejal Gustavo Oggero presentó un proyecto de ordenanza que busca preparar a los adolescentes de San Lorenzo para afrontar los desafíos del mundo financiero actual. La iniciativa propone la creación del Programa Municipal de Educación Financiera, destinado a estudiantes de los últimos años de escuelas secundarias y al público adolescente en general.
“El manejo del dinero es una herramienta fundamental para la vida. No se trata solo de saber cuánto gastar, sino de entender cómo planificar, cómo ahorrar, cómo usar una tarjeta de crédito sin caer en deudas, y cómo evitar fraudes”, explicó Oggero.

El programa apunta a brindar conocimientos básicos y útiles para que los jóvenes puedan desempeñarse mejor en su economía personal y familiar. A través de talleres, actividades y recursos didácticos, se buscará que aprendan a tomar decisiones informadas sobre productos y servicios financieros, desarrollando al mismo tiempo valores como la honestidad, la responsabilidad y la solidaridad en el uso del dinero.
“Queremos que los chicos y chicas de San Lorenzo lleguen a la adultez con herramientas concretas que les permitan proyectar un futuro con mayor autonomía”, remarcó el concejal. “Formarlos en educación financiera es también formar ciudadanos más conscientes y comprometidos”.
La iniciativa cobra especial relevancia en tiempos donde las redes sociales están inundadas de supuestos “gurúes” financieros, influencers de las finanzas y vendedores de cursos exprés que prometen libertad económica en 30 días. Muchos adolescentes, con aspiraciones legítimas de progreso, terminan siendo víctimas de estafas disfrazadas de inversiones.

Uno de los casos más notorios a nivel internacional es el del influencer español José Luis Llados, investigado por presunta estafa multimillonaria tras vender cursos online de “independencia financiera” sin respaldo técnico ni académico. Su caso puso en evidencia el crecimiento de un mercado informal de formación que mezcla discursos motivacionales, marketing agresivo y promesas irreales de riqueza rápida.
“La falta de educación financiera deja a nuestros jóvenes vulnerables frente a este tipo de engaños”, advirtió Oggero. “Hoy no basta con saber contar el vuelto o abrir una caja de ahorro. Hay que entender cómo funciona el sistema financiero, qué riesgos tiene una inversión y cuándo una propuesta es simplemente humo”.
El proyecto propone que la Municipalidad articule los contenidos del programa con instituciones educativas, profesionales del sector y organismos de defensa al consumidor, para garantizar una formación seria y desinteresada.
En definitiva, educar en finanzas no es formar empresarios, sino evitar estafados. Oggero lo plantea como una política de base, que apunta a dar respuestas reales frente a una economía compleja, volátil y llena de zonas grises.