En las primeras horas de la Navidad, un niño de 10 años de Oliveros resultó gravemente herido tras la explosión de una bomba de estruendo en su rostro. Pese a la prohibición vigente de uso y venta de pirotecnia, el incidente ocurrió alrededor de las 3 de la mañana en la plazoleta cercana a la Casa de la Cultura, mientras se realizaban celebraciones navideñas en el lugar.
Según el relato de los menores involucrados, hallaron el explosivo mientras jugaban y, sin ser conscientes del peligro, decidieron encenderlo. La detonación impactó directamente en uno de ellos, causándole quemaduras severas y lesiones en los ojos.
De inmediato, el menor fue trasladado al Centro de Salud de Oliveros, donde recibió los primeros auxilios. Posteriormente, y debido a la gravedad de las heridas, fue derivado en ambulancia al Hospital Granaderos a Caballos de San Lorenzo para continuar con su tratamiento médico especializado.
El padre del niño se presentó rápidamente en el centro asistencial, acompañando el proceso de atención. Las autoridades locales expresaron su preocupación y recordaron la vigencia de la ordenanza que prohíbe el uso de pirotecnia en la región. Subrayaron que estos elementos no solo representan un riesgo de lesiones graves, sino que también afectan a personas con hipersensibilidad, como niños, adultos mayores, personas con trastornos de ansiedad y animales.
Este lamentable accidente pone nuevamente en evidencia la importancia de respetar las normativas para evitar tragedias, especialmente en fechas donde la celebración debe ser motivo de alegría y no de preocupación por hechos prevenibles.