El impacto fue devastador. Ambos vehículos pesados se incendiaron de inmediato, quedando completamente envueltos en llamas. El alerta fue dado por automovilistas que circulaban por la zona, quienes avisaron a un retén de Gendarmería Nacional. A partir de allí se desplegó un amplio operativo de emergencia con la intervención de la Policía de Santa Fe, la Guardia Provincial (ex Seguridad Vial), personal de la Unidad Regional XIII y varias dotaciones de Bomberos Voluntarios de localidades vecinas, que trabajaron intensamente para extinguir el fuego.
En el lugar, personal médico constató el fallecimiento de dos personas, que de acuerdo a las primeras hipótesis se desplazaban en los camiones siniestrados. Una tercera víctima, con heridas de extrema gravedad, fue trasladada de urgencia a un centro de salud de Arrufó, donde permanece internada con pronóstico reservado.
Investigación en marcha y víctimas sin identificar
La violencia del choque y el posterior incendio dificultaron las tareas iniciales de identificación. Por el estado en el que quedaron los cuerpos, las autoridades aún no pudieron confirmar las identidades de las víctimas fatales. Ante este escenario, los fiscales de Flagrancia de San Cristóbal ordenaron la aplicación del protocolo de identificación para víctimas de incendios.
En paralelo, la Justicia dispuso peritajes criminalísticos integrales para establecer las causas del siniestro, un informe médico sobre la evolución del sobreviviente y un reporte completo del operativo de desvío y restricción del tránsito, que se mantuvo durante varias horas para permitir el trabajo de los peritos y la remoción de los restos calcinados.
Las actuaciones quedaron a cargo de las jefaturas de la Región II de Gendarmería Nacional y de la policía departamental, que elevaron el sumario preventivo a las autoridades judiciales correspondientes.
Rutas santafesinas: un escenario de tragedias repetidas
El nuevo accidente fatal vuelve a poner bajo la lupa la crítica situación de las rutas que atraviesan la provincia de Santa Fe. La ruta nacional 34 encabeza desde hace años el ranking de siniestralidad vial, seguida por las rutas nacionales 11 y 33, según datos del Observatorio Provincial de Seguridad Vial.
Las cifras son elocuentes: desde 2019 se contabilizaron 335 víctimas fatales en accidentes ocurridos sobre las rutas 11 y 34 dentro del territorio santafesino. En el caso puntual de la 34, entre enero y noviembre del último período analizado se registraron 21 siniestros con 30 personas fallecidas, en su mayoría protagonizados por camiones.
Especialistas advierten que el alto tránsito pesado sobre rutas angostas, el deterioro de la calzada, la escasa iluminación, la vegetación sin mantenimiento en las banquinas y la baja visibilidad, especialmente en horarios nocturnos, conforman un combo letal que se repite una y otra vez.
Reclamos y una deuda pendiente
Desde el Observatorio Provincial de Seguridad Vial remarcan que la falta de mantenimiento de las rutas nacionales es un factor determinante en la reiteración de estos hechos. Si bien se reforzaron los controles con la Policía de Seguridad Vial, el diagnóstico es contundente: el estado de las trazas no acompaña la densidad de tránsito que soportan a diario.
El reclamo del gobierno santafesino hacia la Nación por obras de infraestructura, mantenimiento y mejoras se renueva tras cada tragedia. Mientras tanto, la ruta 34. especialmente en su tramo norte, continúa siendo escenario de accidentes graves y muertes evitables, consolidándose como una de las vías más peligrosas de la provincia y del país.
