Para ahorristas: los bonos de las empresas rinden el 12%

Se trata de una alternativa interesante para quienes busquen elevados pagos de interés semestrales y al mismo tiempo estén dispuestos a asumir riesgo argentino.


Financiarse en el mercado de capitales internacional es hoy para las empresas una tarea prácticamente imposible. Las que aún tenían posibilidad de hacerlo hace algunos meses también se ven castigadas, ante el temor que tienen los inversores de que el Gobierno les prohíba girar los dólares al exterior para cancelar intereses y el capital al vencimiento. Sin embargo, hasta ahora ello no ha sucedido y las señales del Gobierno indican que el acceso al mercado cambiario se mantendrá abierto para cumplir con estas obligaciones.

Se trata de una alternativa interesante para quienes busquen elevados pagos de interés semestrales y al mismo tiempo estén dispuestos a asumir riesgo argentino. Hoy por hoy, bonos corporativos que rinden entre un 12% y un 15% anual son difíciles de encontrar prácticamente en todo el mundo. A tal punto que emisores latinoamericanos con deuda a cinco años pagan como mucho entre un 4% y un 5% anual.

La debilidad que muestran los precios de las obligaciones negociables está en línea con lo que sucede con el riesgo-país, que se mantiene entre los más altos del mundo y por encima de los 1.000 puntos básicos. Como resultado, las empresas que quieren fondos frescos a largo plazo no los pueden obtener con colocaciones en el exterior. Deben, en cambio, conformarse con emisiones en el mercado local en pesos, pero a plazos que van como máximo de 12 a 18 meses. Por lo tanto, se trata de emisiones para refinanciar deuda de corto plazo o financiar capital de trabajo, pero no hay acceso para fondos a largo plazo.

Si bien es un tema que impacta en la planificación de las empresas, en realidad también afecta al Gobierno. Sucede que como el sector privado no tiene acceso al financiamiento, no hay ingreso de dólares en el mercado interno. Por el contrario, las compañías se vuelven demandantes netos de dólares, generando una pérdida de reservas al Central trimestre a trimestre, como surge del último balance cambiario que divulgó la institución. Algo parecido sucede con las provincias, que ahora no están en condiciones de tomar financiamiento afuera, pero le piden divisas al Central para salir a pagar intereses de la deuda emitida en el exterior, como sucede con el Gobierno porteño, la provincia de Buenos Aires y Córdoba, entre los principales casos.

En cuanto a la situación de la deuda corporativa de emisores argentinos, ésta es la situación actual en los principales sectores:

Bancos: en las últimas semanas tuvieron una mejora, pero siguen impactados por la decisión del Central de impedir la distribución de dividendos para reforzar su situación de capital. También les pega la obligación de prestarles a las pymes al 15% anual en pesos a tres años de plazo. El bono del Hipotecario a 2016, por ejemplo, rinde un 14,2%, y Macro 2017 está al 13,2% anual. Tarjeta Naranja, que había colocado deuda a principios de 2011 al 9% anual, ahora rinde casi un 12%, con vencimiento en 2017. Un bono del Galicia que vence en 2018 cotiza a u$s 83,50 y presenta un rendimiento del 13%.

Servicios públicos: son los más afectados por la incertidumbre relacionada con el sector, sobre todo en términos de tarifas e incluso la continuidad de las empresas en la prestación del servicio. El bono Edenor 2022 cotiza a sólo u$s 39,50 y rinde un 27,5% anual en dólares, reflejando todas las dudas de los inversores respecto del cumplimiento. La deuda fue calificada como de alta probabilidad de incumplimiento. Un bono de TGS al 2017 rinde un 15,5%, aunque en este caso se trata de una de las pocas empresas que continúa mostrando un flujo positivo de ingresos.

Construcción y real estate: son compañías que venían obteniendo buenos resultados, lo que se refleja en rendimientos de deuda razonables. Un bono IRSA 2017, por ejemplo, está rindiendo un 11,7%, mientras que Raghsa (la desarrolladora de las torres Le Parc) del mismo año lo hace al 12,75% anual. Un título de Loma Negra cortísimo, a 2013, rinde un 7,3% anual.

Petróleo y gas: el caso más emblemático es el de Pan American Energy. Debido a las nuevas regulaciones en el mercado de hidrocarburos, la deuda sufrió una caída de calificación y ahora se ubica en niveles equivalentes al riesgo-país, cuando antes lo superaba con amplitud. Por eso, el bono a 2021 que tenía un rendimiento inferior al 8%, ahora se ubica en torno al 10,2% anual. Es una de las empresas que se quedó sin acceso al crédito internacional en los últimos meses.

Alimentación y bebidas: Arcor es indudablemente uno de los casos más exitosos desde el punto de vista de la percepción del inversor. Pesa su buena performance exportadora. La deuda a 2017 sigue a pesar de todo por debajo del 6% anual. Arcos Dorados (que maneja las franquicias de McDonalds en toda la región) cotiza también por debajo del 6%, pero se trata de una marca más regional que argentina.

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