El operativo prevé una coordinación entre el Estado nacional, las provincias ribereñas, con foco inicial en Chaco y Corrientes, y organismos como Migraciones, Aduanas y las cinco fuerzas federales de Paraguay, buscando convertir esta vía fluvial de 3.400 kilómetros, que conecta cinco países, en un corredor seguro para el comercio y la producción regional.
Bullrich destacó que el objetivo del plan es que la hidrovía deje de ser una “autopista del crimen” y subrayó la importancia de la cooperación internacional con Paraguay, así como la intervención en puntos estratégicos como la Isla del Cerrito, situada en el límite entre Chaco y Corrientes.
La ministra agregó que la iniciativa no solo tiene un impacto operativo, sino también político y mediático, reafirmando la línea de seguridad fronteriza y soberanía territorial de Argentina, respaldada por recientes cifras récord de decomisos y detenciones en la región.
Con este plan, el Gobierno busca combinar defensa nacional, control aduanero y diplomacia regional para securitizar un espacio fluvial clave para la economía y la logística de la región.







