Un agregado de último momento a la ley que el Ejecutivo envió al Parlamento hoy abre la posibilidad de matar fauna silvestre por razones de seguridad vial, incluso en áreas protegidas y en ciudades, en un marco en el que la presencia de jabalíes se había hecho constante en las esquinas de la capital Roma en los últimos años.
Según especialistas, el desmonte de las áreas verdes del centro de Italia y la enorme acumulación de basura a causa de la mala gestión de los residuos en Roma y otras ciudades son las dos causas centrales de la explosión del avistamiento de jabalíes en centros urbanos.
La enmienda, presentada por el diputado oficialista Tommaso Foti y que tuvo el visto bueno de la Comisión de Presupuesto, especifica que el asesinato de los animales en ámbitos urbanos “no constituye cacería” y que las personas que busquen abatirlos deberán tener licencia y entrenamiento.
Los jabalíes que serán sacrificados en las ciudades, según el texto, serán sometidos a análisis higiénico-sanitarios y, una vez descartada la posible toxicidad, se destinarán al consumo alimentario.
El año pasado, la presencia de jabalíes a pasos de los principales emblemas de Roma había sido uno de los temas centrales de la campaña que finalmente llevó al progresista Romano Gualtieri a la alcaldía de Roma.
Este año, la polémica por la explosión de animales selváticos se había con la presencia de lobos en los principales accesos de Roma, atraídos por los residuos orgánicos que se producen en la ciudad y no llegan a ser procesados, además de un contexto en el que sus ambientes naturales están en peligro por las nuevas formas de producción agropecuaria.