Los colaboradores y el círculo político del gobernador de la provincia de Santa Fe y ex intendente de la ciudad de Rafaela, Omar Perotti, dejaban claro en cada conversación que “el Omar” quería pasar por la gobernación de Santa Fe para ser “el próximo presidente de la nación”. Su equipo trabajó durante los 6 meses que llevó la transición desde que ganó las elecciones el 16 de junio de 2019 hasta el 10 de diciembre para ingresar a la Casa Gris y consolidar el esquema de poder territorial que ayude al jefe a cumplir su sueño presidencialista.
El primer gran bastión político que Perotti eligió para destruir y luego colonizarlo con sus elegidos fue la ciudad de San Lorenzo. Los objetivos fueron primero el senador Armando Traferri y ahora el intendente Leonardo Raimundo. La batalla contra Traferri se enfocó en la Justicia y en la Cámara de Senadores, mientras que contra Raimundo fue el financiamiento millonario a un excolaborador del intendente para que lo enfrente electoralmente, previo al desmantelamiento de la Unidad Regional XVII y el abandono total de la salud pública.
Como muestra sobra un botón. Al día de hoy y luego de cuatro años de gestión en toda la ciudad hay 4 patrulleros y enviaron solo seis nuevos agentes… Calor que antes cerraron el destacamento policial de Barrio Norte y el del Campo de la Gloria. Y adivinen quién hace campaña con la falta de seguridad en la ciudad… Sí, amigo lector en política las casualidades no existen.
El espacio de Perotti busca quedarse con la ciudad de San Lorenzo a través de la figura de Esteban Aricó, quien decidió ampliar sus acuerdos por fuera del Peronismo y cerrar filas con la izquierda en al ciudad, que lleva entre su lista a un candidato a senador no del espacio de unidad de Hacemos Santa Fe que tiene a Perotti como candidato a Diputado, Lewandosky Gobernador y Traferri Senador.
Las obsesiones y la corrupción en política tienen como consecuencia vidas humanas.
Ayer y por un milagro, una joven de la ciudad no perdió la vida luego de ser brutalmente baleada en la cara para robarle su auto a las siete de la tarde en una de las calles más transitadas de la ciudad. El caso de Brenda se suma el de camarógrafo Gustavo Gutiérrez, quien fuera asesinado a sangre fría por el miembro de una banda que tenía a todo un barrio de rehenes bajo la mirada y la inacción policial. A los echos de inseguridad se suman muchas gestiones que fueron colaborando con el horror de la inseguridad, entre ellas el abandono de la frecuencias y líneas de colectivos en todo el corredor empujando a los trabajadores y estudiantes a esperar horas en una parada a merced de los delincuentes que ocuparon el territorio que abandonó la policía producto del desmantelamiento de la Unidad Regional XVII.
Al gobierno de Perotti le quedan todavía cuatro eternos meses de gestión y con la desaprobación de más del 80% del electorado que decidió en las elecciones PASO del 16 de julio darle la espalda. Qué debemos hacer los ciudadanos de a pie, rezar todos los días antes de salir de nuestras casas sin dormir una sola noche, preocupados por la seguridad de nuestros hijos… O hacer como hicieron vecinos de la ciudad de San Lorenzo cortando la autopista para exigir que bajen de forma urgente 100 policías y 15 móviles para garantizar la seguridad en la ciudad.
La situación en toda la provincia es límite y no hay tiempo para reclamarle a la Nación por la llegada de más Gendarmes. Hoy llegamos al punto de no retorno, del sálvese quien pueda, gracias al ex presidenciable “El Omar”.